Diego Maradona murió de una insuficiencia cardiaca que le generó un edema agudo de pulmón y le provocó una muerte súbita. Ese fue el informe preliminar que publicó la Fiscalía General de San Isidro, encargada de ordenar la autopsia al exfutbolista.
Los médicos que practicaron la autopsia en la morgue judicial de San Fernando también detectaron en el astro futbolístico un “corazón con miocardiopatía dilatada”. Si bien se esperan estudios complementarios, el horario de la muerte fue fijado por los médicos a las 12 del mediodía del miércoles. De acuerdo a las declaraciones testimoniales, Maradona se encontraba dormido al momento de su muerte.
La autopsia comenzó pasadas las 19 en la morgue de San Fernando que funciona en el Hospital Petrona V. De Cordero, de la localidad de Virreyes, y fue supervisada en persona por el fiscal general del Departamento Judicial de San Isidro, John Broyad, y uno de sus fiscales adjuntos, Patricio Ferrari.
Un sobrino, el último que lo vio con vida
Por su parte, de los testimonios recogidos por la Fiscalía General de San Isidro se concluyó que la última persona que lo vio con vida fue su sobrino, Jonatan Espósito, el día martes, a las 23 horas. Además del hijo de su hermana María Rosa, en la casa se encontraban un asistente, un empleado contratado para su seguridad, una enfermera y una cocinera.
Según consta en el comunicado de la Fiscalía, pasadas las 11.30 del miércoles, el psicólogo Carlos Díaz y la psiquiatra de Maradona, llamada Agustina Cosachov, llegaron a la propiedad y fueron los primeros en ingresar a la habitación de la planta baja de la casa ubicada en el barrio privado San Andrés, del complejo Villanueva, en el partido bonaerense de Tigre. "Ambos se dirigieron verbalmente al exfutbolista, quien aparentaba dormir y no respondía, por lo que solicitaron que ingresaran al dormitorio Espósito y el asistente de Maradona", exponen en el informe de la fiscalía.
“Lo intentan despertar y sin observar, en principio, la existencia de signos vitales requieren la presencia de la enfermera y la psiquiatra, quienes le realizan maniobras de RCP infructuosas”, indicó el comunicado. En ese momento pidieron ambulancias de distintas prestadoras y en ese lapso llegó un cirujano vecino del barrio, quien también intentó maniobras de reanimación. Luego llegaron las ambulancias a cargo del medico clínico de la prestadora médica e intentaron revivirlo con ampollas de adrenalina y atropina, pero no lo lograron.
Sebastián Sanchi, encargado de prensa de Diez, confirmó la noticia que ya se había disparado como un reguero de pólvora por los diferentes medios del mundo. "Con dolor tengo que informar que falleció Diego Maradona. Fue en su casa del barrio de Villa Nueva. No hay consuelo", escribió Sanchi en la cuenta de Twitter.
Los últimos días
Hacía exactamente dos semanas había recibido el alta clínica en el sanatorio Olivos, donde fue operado el 3 de noviembre, para continuar con un tratamiento ambulatorio. Maradona había obtenido el alta clínica pero no el alta médica, ya que continuaba con un "cuadro de abstinencia" por su adicción al alcohol, por lo que debía seguir el tratamiento de manera ambulatoria.
El recorrido médico del astro había empezado el lunes 2, cuando fue internado en la clínica Ipensa, de La Plata. Fue entonces cuando se le detectó el hematoma subdural que generó su traslado a la clínica Olivos para ser operado esa misma noche. Esa intervención se extendió por 55 minutos y fue considerada "exitosa" por su médico personal, Leopoldo Luque, el neurocirujano de 39 años que siguió su evolución observando "notables mejorías" hasta el jueves. Ese día, sin embargo, el panorama cambió y lo que parecía un alta inminente se transformó en una extensión de la internación, ya que Maradona estaba recuperado de la operación, pero ahora padecía "un cuadro de abstinencia".
Esa permanencia se prolongó por cinco días más, cuando Maradona abandonó la Clínica Olivos, recuperado de la intervención quirúrgica pero no de esa abstinencia, para la cual necesitaría un tratamiento más prolongado. En ese tratamiento estaba cuando esta mañana sufrió el paro cardiorrespiratorio del que no pudo salir, pese al esfuerzo de un vecino médico y de las ambulancias que se acercaron a socorrerlo.
A esa altura, ya comenzaban a instalarse los altares en diferentes lugares emblemáticos en la vida de Maradona, como la cancha de Argentinos, la de Boca, la de Gimnasia y la de Newell's, mientras miles de hinchas se congregaban para despedirlo en el Obelisco o en monumentos icónicos en distantas partes del país. En paralelo, la fiscalía de San Isidro se hizo cargo del caso y procedió a llevar el cuerpo a la morgue, para que se le realice la autopsia que confirme las causas de su muerte. A millones de fanáticos ya nada les importa, sólo llorar a su máximo ídolo.