Nueve trabajadores apostaron al trabajo cooperativo y lograron recuperar una confitería cuyos dueños se habían declarado en quiebra este año y de la cual dependían sus puestos de trabajos. Ayer recibieron la matrícula por parte del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) y Norma Choqui quedó como presidenta de la "Cooperativa Don José". El lugar, en la calle España al 714, forma parte del paisaje de la ciudad de Salta desde hace 25 años.
Choqui rescató que en los más de 23 años en el local aprendió "a trabajar, a ser responsable, a cumplir, y creo que son herramientas básicas para llevar una empresa adelante". Ante el nuevo desafío que emprendió junto a sus compañeros, dijo que la sensación "es rara" porque "es mucha responsabilidad" debido a que están aprendiendo sobre el manejo económico y administrativo de una pequeña empresa.
También integran la cooperativa Sonia Oviedo, tesorera, y Amanda Mendieta y Romina Altamirano, síndicas. Se suman Leli Frías, Fabián Lucas, Susana Manzará, Sara Ruiz y Luis Frías.
La Cooperativa quedó conformada por 7 mujeres y 2 varones. Choqui resaltó esta integración: "En estas épocas que se viven, la mujer es la que está llena de fuerza, de coraje y valentía, aunque también está llena de miedos. Reconozco que cuando pasó todo esto, el miedo y las sensaciones de querer saber cómo íbamos a hacer para salir adelante fue bastante pesado", indicó.
En mayo de este año, los ex dueños Silvia Sarmiento y Fernando López, avisaron a los trabajadores que no podían seguir con el negocio debido a la crisis económica que venían arrastrando con el macrismo y que se profundizó con la pandemia. A ello se sumaron sus edades avanzadas .
“Muchos dicen que son los culpables porque son los dueños, pero la verdad es que son gente grande y se les complicó un montón”, relató en su momento Luis Frías, quien además destacó que Sarmiento y López pusieron los elementos y maquinarias del local a disposición de los trabajadores.
"Si no tomábamos la decisión de seguir, era quedarnos en la calle, ¿y nuestras familias? Hay muchas de estas chicas que tienen a cargo hijos, padres, abuelos, personas con discapacidad y eso es una sumatoria de cosas", dijo Choqui. "Nuestra meta es trabajar, llevar el pan a nuestras mesas y seguir adelante" y con ese fin la obtención de la matrícula es uno de los objetivos cumplidos, sostuvo.
Las tareas que aún les quedan resolver a los nuevos propietarios es el pago del alquiler, por el que tienen contrato con el Arzobispado de Salta, y la deuda recibida de sus antiguos dueños. "Iremos salteando y tratando que se resuelva de la mejor manera", concluyó Choqui.
El 19 de junio, el juez de Concursos, Quiebras y Sociedades, Pablo Muiños, reconoció la quiebra presentada por los dueños y accedió al pedido de los trabajadores que decidieron asumir el manejo del negocio desde el modelo cooperativo. Al día siguiente se les entregó la llave del local, aunque en ese entonces se aguardaba la decisión definitiva y que recién se dio a conocer ayer.
De acuerdo a lo difundido por el área de prensa del Poder Judicial de Salta, Muiños declaró la quiebra y ordenó que el bar continúe funcionando bajo la explotación de una cooperativa de trabajadores, conformada por los empleados del local. También impuso la obligación de que en un plazo de 30 días, los trabajadores presenten las propuestas de cumplimiento de los requisitos y recomendaciones realizadas por la sindicatura designada al efecto.
Además, dispuso crear un comité de control de explotación de la actividad comercial a cargo de la cooperativa y que estará integrado por AFIP, DGR y la Municipalidad de Salta. Paralelamente, el juez estableció la inhibición general de la fallida.
Orgullo salteño
La entrega de la matrícula estuvo teñida de emoción y fue acompañada por autoridades provinciales y nacionales. El delegado del INAES por Salta,Tane Da Souza Correa, afirmó que lo logrado no se hubiera podido hacer "sin la fuerza y la decisión" de quienes forman parte de la cooperativa.
Señaló asimismo que "los caminos son más fáciles" cuando se hay acompañamiento de organismos estatales junto a otras cooperativas. "Hoy la provincia de Salta tiene un motivo de orgullo más, porque hay nueve familias que van a seguir con sus puestos de trabajo asegurados", destacó.
En representación del gobierno provincial estuvo la subsecretaria de Empleo, Cooperativas y Mutualidades del Ministerio de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable de Salta, Agustina Casares, quien felicitó a los presentes y expresó que les trabajadores están ante "un desafío importante" siendo la primera empresa recuperada de la provincia.
Casares destacó que cuando se dio a conocer el caso, se dejó en claro "que había que trabajar codo a codo y en conjunto porque de esa manera se abren muchos caminos".
En tanto, el presidente del INAES, Nahum Mirad, dijo que lo logrado ayer es el primer paso, pero es el más importante del proceso porque hace saber que "el futuro está en nuestras manos". "Una cooperativa no es sólo una figura jurídica o el grupo de trabajadores de la misma, sino que es una parte más porque está dentro de la comunidad", señaló.
En ese sentido, apuntó a consolidar los lazos que se construyeron junto al Estado, las demás cooperativas y con los propios clientes. "Hay que tratar de reafirmarlo y decir que representa un orgullo porque está bueno decir que los trabajadores podemos ser dueños de nuestra historia", afirmó.
Del acto también participó el responsable del área destinada a las empresas recuperadas y el trabajo auto-gestionado del INAES, Francisco “Manteca” Martínez, junto a la trabajadora del área Alicia Meichtry.
Estuvo también el director de Cooperativas dependiente de la Secretaría de Trabajo y Empleo, Iván Palmier, y el titular del Sindicato de Pasteleros de Salta, Fabián Guerrero. Se sumaron al acto representantes de las cooperativas Jacarandá y La Compañera.