El concejal Martín Rosúa admitió que se torna "muy difícil" para el radicalismo sostener sociedades políticas con el socialismo y el PRO, quienes están "enfrentados a muerte". En diálogo con Rosario/12, el edil de la UCR ratificó que competirá en las elecciones de medio término al frente de una lista meramente radical, sin socialistas ni macristas. "En Rosario el socialismo siempre fue más sectario, cerrado", consideró. A la vez, Rosúa aseguró que en una buena cantidad de localidades no existirá el sello Frente Progresista.

-Usted ya se lanzó como candidato a concejal, ¿tiene correlato con la idea de Corral de armar Cambiemos en diversas localidades?

-No, no necesariamente. Nosotros lo que pensamos es que en elecciones de cargos ejecutivos amerita generar acuerdos entre grupos que pensemos parecido para poder disputar el poder con éxito. En elecciones de mandato intermedio es una mucha mejor oportunidad para presentarse ante la sociedad de la manera más directa y representativa. Nuestra idea era volver a la vieja Lista 3 del radicalismo, que es lo que vamos a plantear como excepción a la Convención, para ir en Rosario.

-¿Ese pedido entra dentro de las excepciones que decidió permitir la Convención?

-Claro, la Convención provincial tuvo una lectura malintencionada o dirigida políticamente por el sector del NEO (más afín al socialismo), donde trataron de mostrar una realidad que no era. En lo que tiene que ver con elecciones locales, la regla general va a ser el Frente Progresista, pero se habilitan las excepciones, y por lo que estuve conversando con dirigentes de toda la provincia, de todos los sectores, las excepciones van a ser muy superiores a la regla.

-¿Para tanto?

-Sí, hay lugares del norte dónde se plantea ir con el socialismo y el PRO a elecciones comunales, hay otros lugares donde el PRO te pone un candidato y tenés que arreglar sí o sí para poder ganar la elección. En Rosario y Santa Fe no vamos a ir como Frente Progresista, que son las ciudades más grandes.

-¿No va a existir el sello Frente Progresista en Rosario?

-Tendría que ver si se puede constituir si nosotros como partido decidimos ir afuera, me queda esa duda.

-La llegada de Cambiemos modificó la coyuntura, está claro, ¿pero a nivel local por qué hay más excepciones que regla?

-Primero porque se hace muy difícil sostener dos sociedades con partidos políticos que están enfrentados entre sí a muerte. Y segundo porque hay que respetar las realidades locales. Hay lugares donde el Frente Progresista ha tenido una consolidación mucho más importante, entonces la relación entre el PS y la UCR es mucho más fluida y hay otros lugares, como Rosario, dónde la relación con el PS viene con un desgaste muy grande. Venimos reclamando reglas de convivencia que nunca fueron aceptadas y estamos totalmente excluidos de la toma de decisiones en políticas públicas. Entonces, si yo no puedo participar de las decisiones trascendentales del gobierno de Fein prefiero ir por afuera.

-¿Por qué motivo se encuentra tan lejano de Fein y tan cerca del gobierno provincial?

-Quizás porque Rosario fue la cuna del socialismo y entonces en esta ciudad el comportamiento siempre fue más sectario, cerrado y mucho menos abierto al resto de los partidos que integran el Frente. En la provincia eso arrancó con Binner, se modificó de una manera muy importante con Bonfatti y se consolidó del todo con Lifschitz, un verdadero funcionamiento del Frente donde hay seis ministros del radicalismo, dónde cada uno tiene poder de decisión con respecto a los temas que le toca gestionar.

-¿Lifschitz le dio al radicalismo lo que no le dio Fein?

-Totalmente.

-¿Qué opinión tiene sobre el gobierno del presidente Macri?

-Es un gobierno que está orientado en el rumbo correcto, pero está cometiendo muchos errores de práctica y gestión. Abusa de la tecnocracia y le falta la mirada que el radicalismo le podría aportar, una mirada más política, más federal, menos influenciada por la ciudad de Buenos Aires, y por sobre todas las cosas, con mayor contenido social.