Mientras la cotidianeidad de estos tiempos tensa sus contornos entre lo que se resiste a terminar y lo que en nombre de lo nuevo no termina de definirse, la música en vivo y sus ceremonias siguen confinadas a esa forma de placebo para las ansiedades que puede ser el streaming. También el Festival Buenos Aires Jazz apeló a este recurso para prolongar su importante presencia entre los encuentros del jazz en este lado del mundo, y en el contexto de la pandemia presentó la programación de su edición 2020.
Con un formato acotado, entre sábado y domingo el festival asumirá el desafío de mantener su identidad y sostener su vitalidad a partir de la variedad de propuestas. Habrá nueve conciertos –dos presenciales y el resto vía streaming–, además de clínicas, clases de baile, cine para niños, la final del concurso nacional para cantantes, un Mercado del Jazz para generar puentes entre artistas locales y productores internacionales y el lanzamiento de Inspiradoras: mujeres que reflexionan, un ciclo que atravesará todos los festivales de la Ciudad. Las actividades se podrán seguir a través de la plataforma Vivamos Cultura y por las redes sociales de Festivales de la Ciudad (FestivalesGCBA en YouTube y Facebook y @festivalesgcba en Instagram).
La presentación del pianista Danilo Rea, figura sobresaliente del jazz italiano con proyección internacional, será el momento culminante de una programación que en general hará foco en expresiones locales, con particular atención a los talentos emergentes. Rea grabó desde el Auditorium del Parco della Musica de Roma un concierto para el festival, auspiciado por el Istituto Italiano di Cultura de Buenos Aires, que se podrá seguir desde el domingo a las 21 por el canal de YouTube la institución. Será una de esas caudalosas improvisaciones que distinguen al pianista, en las que su lenguaje jazzístico, abierto y personal, se filtra por el universo melódico de la canción italiana, músicas de cine y arias de ópera, entre otros expedientes sonoros de las tradiciones populares.
Desde la plataforma Vivamos Cultura y el Canal de la Ciudad se podrán seguir los conciertos grabados en el Auditorio de la Usina del Arte y gran parte de la actividad del festival. El sábado, desde las 18, actuarán Nataniel Edelman Trío, el solopiano de María Laura Antonelli y el Fito Nicolau Cuarteto. El domingo, también desde las 18, con Julia Sanjurjo Trío, el solopiano de Nicolás Boccanera y Rocío Giménez López Trío. Las “clínicas virtuales”, con inscripción previa, serán cuatro. Dos de ellas llegan a través de la Embajada de Israel en Argentina y estarán a cargo del contrabajista y compositor Omer Avital (sábado a las 13) y del pianista Yaron Herman (domingo a las 13). La cantante Sofía Rei (sábado a las 13) y el pianista Leo Genovese (domingo a las 13), completan el segmento de formación para músicos. En materia de baile, las clases de swing, a cargo de Swing City, serán el sábado a las 17, mientras que nel domingo a la misma hora será el turno del locking, con el instructor afroargentino RuLock. Sábado y domingo a las 16.30 está prevista la transmisión de cortos animados que al ritmo del jazz acompañaron el nacimiento y los primeros pasos del cine sonoro.
Adrián Iaies, pianista, compositor y director del Buenos Aires Jazz desde 2008, dice que pensó esta edición de Buenos Aires Jazz en función de los escenarios posibles y, lejos de dramatizar, destaca que el lado positivo de estas circunstancias. “Hablando de lo que implica el streaming, está claro que estos cambios que se dan a nivel global nos sacan de un área de confort, ya que el jazz es una música esencialmente presencial. Uno no escucha jazz, sino que uno va a escuchar jazz. Hay todo una experiencia alrededor de eso. Pero al mismo tiempo, todo cambio es una oportunidad e implica la posibilidad de sumar nuevas herramientas. Es necesario situarse e interpretar esas novedades”.
-Por ejemplo pensar que ya no es un Festival “en” Buenos Aires, sino “desde” Buenos Aires.
-Claro. Ese cambio de preposición es muy importante y lo hemos tenido en cuenta. En la época en que todo era presencial, gran parte del público se quedaba sin poder ir a los conciertos, porque no vive en Buenos Aires. Para esa gente esto es un avance, es enterarse de lo que está sucediendo con el jazz argentino sin necesidad de estar.
-¿Podría haber sido más extensa esta programación?
-Para un primer festival que funciona casi enteramente por streaming es una buena medida. Desde que comenzamos el festival fue creciendo de modo gradual y de manera orgánica. Me parece entonces que para una primera edición por streaming está bien. La gente no está tan acostumbrada a escuchar conciertos de esta manera, no es tan fácil engancharse. Tenemos que probar la respuesta del público y ver cómo funciona.
-¿Se puede mantener el streaming en el futuro?
-El año que viene, aun cuando podamos volver a tener más conciertos presenciales, las dos herramientas deberían convivir. Lo digital ofrece millones de posibilidades que no hay que desaprovechar. No sólo en cuanto a la visibilidad de proyectos artísticos sino también a la comunicación de esos proyectos, a la prensa, a todo lo que se puede hacer.
-¿Tenés ideas concretas al respecto?
-Por ejemplo, cuando se comisiona música para un concierto en particular, crear la expectativa transmitiendo un ensayo, para ver cómo se prepara la música, hablar con el compositor sobre cómo está encarando el proyecto y ese tipo de cosas. Como para ir calentando el ambiente. En fin, son ideas pensando en el futuro.
-¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de la escena de jazz en Buenos Aires?
-Una de las fortalezas es que hay cada vez más mujeres tocando y componiendo y haciéndose cargo de proyectos interesantes. Esta edición tiene 50 y 50 de hombres y mujeres liderando proyectos y se dio de manera natural. En general hay un potencial humano y creativo increíble. El jazz es una música que ha crecido en Buenos Aires en todo sentido, incluso con menos visibilidad y menos apoyo que otros géneros. Hoy el músico de jazz es en promedio muy joven y por ende hay un público joven, que son los coetáneos de los que están tocando. Esa es otra de sus fortalezas. También la tradición musical que tiene la Argentina, y Buenos Aires en particular, que es tan potente que hace que luego todo ese bagaje de música diferente se refleje en lo que pasa en el jazz.
-¿Y las debilidades?
-Las debilidades tienen que ver sobre todo con la distancia. Estamos lejos del mundo. Mientras esto fue presencial, siempre el tema de llegar a los festivales fue un problema, hay un costo de pasajes y de logística muy alto. Un músico que vive en Austria, en 15 días puede dar diez o doce conciertos en países diferentes. Un músico que vive en Buenos Aires, para llegar al circuito europeo necesita más tiempo y mucho dinero. La incorporación de un Mercado del Jazz tiene que ver con eso. Siempre fue muy caro que programadores de otras partes del mundo vengan, pero ahora la posibilidad es que sin moverse de sus casas puedan saber qué está pasando en Buenos Aires. Y que a partir de eso se vean tentados por apostar por algo de lo que encuentren acá.
Lo virtual y lo presencial
“Me interesa mostrar artistas nuevos. No nuevos para el circuito del jazz local, donde son muy reconocidos, sino para un público más más amplio, que es el que siempre nos interesó seducir con el Festival”, explica Adrián Iaies. El sábado a las 18, el trío del pianista Nataniel Edelman protagonizará el primero de los conciertos grabados en el Auditorio de la Usina del Arte, que se transmitirán a través de la plataforma Vivamos Cultura. Seguirá, a las 19, el solopiano de Laura Antonelli y a las 20 la actuación del cuarteto del saxofonista Fito Nicolau. El domingo a las 18 actuará el trío de la cantante Julia Sanjurjo, a las 19 tendrá lugar el solopiano de Nicolás Boccanera y a las 20 el trío de la pianista rosarina Rocío Giménez López.
El primero de los conciertos presenciales será el sábado a las 19, en los jardines del Museo Larreta (Mendoza 2250), con la actuación la cantante Georgina Díaz y el guitarrista Rodrigo Agudelo. El domingo a las 20, en el Anfiteatro del Parque Centenario, actuará la Big Band del Conservatorio Manuel De Falla, antes del cierre, desde Roma vía streaming, con Danilo Rea. “La idea general de esta edición fue ampliar la base de público y ante la perspectiva de no poder hacer muchos conciertos presenciales, pensé en artistas que están haciendo cosas nuevas, que me parecen búsquedas valiosas, audaces y diferentes. Y que son nombres que necesitan que se los potencie en cuanto a la visibilidad. Bueno, el Festival intenta cubrir y hacerse cargo de alguna manera de esa necesidad”, concluye Iaies.