Dr. Loveless de Jim West (Michael Nunn). La serie estaba inspirada en James Bond ubicando a su protagonista al Viejo Oeste. El más inteligente, perverso y colorido de sus enemigos era un genio de la tecnología. Si bien estropeaban sus planes nunca lograron capturarlo. Entre sus inventos se contaban el tubo de rayos catódicos, la chiquitolina (antes que el Chavo) y un artefacto por el que las personas ingresaban a cuadros famosos. Un metro con veinte centímetros de pura ocurrencia y maldad.