Una manifestación de los grupos antiderechos se reunió este sábado frente al Congreso Nacional, para expresar su rechazo a la sanción del proyecto de ley de Interrupción Legal del Embarazo. El acto se hizo a días del comienzo del debate sobre el aborto legal y esta vez contó con la participación activa de las más altas jerarquías de la Iglesia Católica en la Ciudad de Buenos Aires.
Una de las consignas principales, levantadas tanto por el Episcopado Nacional como por las Iglesias Evangélicas, que marcharon juntas, fue “la defensa del derecho humano a la vida”. En las redes sociales se subieron mensajes a favor y en contra de la consigna. Los que defienden el aborto legal recordaron que la Iglesia Católica Argentina, como institución, “jamás llamó a una marcha por los desaparecidos durante la dictadura”.
Las excepciones fueron obispos como Jaime de Nevares, Miguel Hesayne o Jorge Novak, obispos de Neuquén, Viedma y Quilmes, que lo hicieron en forma personal, al igual que otros miembros de la Iglesia de menor jerarquía,
Con banderas argentinas, carteles y pañuelos celestes, los manifestantes respondieron a una convocatoria realizada por organizaciones de la sociedad civil, apoyada por la Iglesia católica y la evangélica, que realizan su primera acción conjunta superando los diferentes enfoque que tienen en el trabajo religioso territorial.
Con la etiqueta #LaMayoríaCeleste, la marcha era acompañada desde las redes sociales con posteos y publicaciones de manifestantes en distintas partes del país. Entre las organizaciones convocantes se encuentra la Unidad Provida, que nuclea a más de 150 organizaciones de la sociedad civil.
“Hay más de cien causas prioritarias por las que mueren las mujeres, y mucho más en pandemia. Mueren quince veces más embarazadas que quieren tener a sus hijos, veinte veces más mujeres por desnutrición o HIV, y trescientas veces más por cáncer de mama”, sostuvo Ana Belén Mármora, activista de Unidad Provida.
Desde la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, que encabeza el obispo Pedro Laxague, alentaron "fervientemente" a participar de la manifestación "a favor del derecho humano a la vida de toda persona garantizado en la misma Constitución nacional", según un comunicado.
De hecho participaron esta tarde de la marcha el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina Mario Poli, el obispo auxiliar Enrique Eguía Seguí y el vicario episcopal de las villas de la ciudad Gustavo Carrara, entre otros obispos de la arquidiócesis porteña.
Horas antes de la marcha, desde el Episcopado advirtieron que la fachada de la catedral de Merlo-Moreno sufrió pintadas de color verde, que identifica a los partidarios de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y se dejó en la vereda una leyenda, también con pintura verde: "Ni Fernández ni Bergoglio. Aborto legal".
La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), que nuclea a las comunidades evangélicas, también se sumó a la convocatoria en el Congreso, y su delegación estuvo encabezada por el vicepresidente de la entidad, el pastor Osvaldo Carnival.
Según los organizadores, hubo distintos tipos de convocatorias durante toda la jornada de hoy en 500 ciudades y pueblos de todo el país, con modalidades como marchas y caravanas de autos y motos.
En Córdoba, los manifestantes se trasladaron en caravana por las calles de la capital; en Rosario fueron hasta el Monumento a la Bandera, mientras que en Santa Fe capital hubo una recorrida desde la Plaza del Soldado hacia Plaza 25 de Mayo, para luego culminar frente a la Legislatura provincial.
En Mendoza, la concentración estuvo pactada en el Parque San Martín; en Tucumán, dos columnas partieron desde la Rotonda de Yerba Buena y el Parque 9 de Julio para llegar al Monumento del Bicentenario; y en Salta capital, la marcha partió desde el Monumento 20 de Febrero en dirección a la estatua de Martín Miguel de Güemes.
Las organizaciones convocantes advirtieron sobre el momento "inoportuno" para enviar el proyecto, aún en plena pandemia de coronavirus, y señalaron que el plan de los 1000 días -que el Gobierno envió al Congreso junto al de legalización del aborto y que comenzará a ser tratado el lunes por un plenario de comisiones- es una "pantalla".
En un comunicado de prensa, Unidad Provida advirtió sobre "la presión que sufren los profesionales de la salud, quienes cada vez más encuentran niños de edad gestacional avanzada abortados y descartados con los residuos patológicos".
La Cámara de Diputados abrirá la semana próxima el debate en comisiones del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) con la presencia de funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional y la exposición de unos 50 referentes -25 a favor y 25 en contra- tras lo cual buscará emitir dictamen de la iniciativa el viernes 4 de diciembre.
La intención de los diputados del Frente de Todos, según fuentes parlamentarias, apunta a aprobar en la segunda semana de diciembre el proyecto en la cámara baja y enviarlo luego al Senado para tener sancionada la ley antes de fin de año, ya en el marco de las sesiones extraordinarias del Congreso.
El martes, a las 9, se abrirá la discusión sobre el proyecto de legalización del aborto con las exposiciones que brindarán los ministros de Salud, Gines González García; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra.