La justicia francesa aceptó cargos contra cuatro policías le dictó prisión preventiva a dos en el marco del caso de una paliza propinada a un productor negro en París, en un caso de violencia policial en medio del debate sobre un proyecto de ley de seguridad global. El juez de instrucción acusó a tres de los cuatro policías de "violencia voluntaria por persona depositaria de la autoridad pública" y por "mentir en escritura pública", como pedía la fiscalía de París. Se trata de los tres policías que aparecen en un video divulgado el jueves, grabado por cámaras de seguridad del estudio de música, donde se ve a los policías golpeando al productor Michel Zecler, hecho calificado de "vergüenza" por el presidente Emmanuel Macron.
El presidente convocó este lunes al gabinete de ministros y a líderes parlamentarios para una reunión de crisis para plantearse rápidas "sugerencias para restablecer la confianza" entre policía y población, de acuerdo a fuentes gubernamentales. El mismo día el ministro del Interior Gerald Darmanin responderá a preguntas de una comisión parlamentaria sobre la nueva ley de seguridad, que restringiría la publicación de imágenes de policías en servicio, ya sea por parte de la prensa como de usuarios de redes sociales.
El policía sospechoso de haber lanzado una granada lacrimógena en el estudio del músico donde se produjo la agresión fue inculpado de "violencia voluntaria" contra el productor musical y otros nueve jóvenes que se encontraban en el sótano del estudio. La fiscalía había pedido la detención provisional de los tres primeros y un control judicial para el cuarto, pero el juez decidió encarcelar a dos y dejar a otros dos bajo tal control. Los abogados de tres de ellos, Anne-Laure Compoint (que defiende a dos) y Jean-Christophe Ramadier (que defiende a uno) rechazaron comentar la decisión del juez.
Los tres principales acusados admitieron ante la policía especial que "los golpes no estaban justificados y que habían reaccionado principalmente por miedo", según el fiscal. Invocaron "el pánico" por el sentimiento de estar atrapados en la entrada del estudio de música de Zecler, que se resistía, según ellos. Pero negaron "haberle dirigido palabras racistas", como asegura Zecler, que declaró que lo habían tratado de "sucio negro", un insulto del que también fue objeto "uno de los jóvenes" presentes en el sótano del estudio. También refutan el carácter "mentiroso de la declaración".
El ministro del Interior Gérald Darmanin prometió el jueves la "revocación" de los policías que han "ensuciado el uniforme de la República", en cuanto la "justicia determine los hechos".
El caso, que salió a luz gracias a la difusión de los videos grabados por cámaras de seguridad del local, parece haber dado argumentos a los opositores a la ley de seguridad global, cuya principal medida es limitar la posibilidad de filmar a las fuerzas del orden y penar judicialmente que se difundan los videos hasta en las redes sociales. La ley es tan polémica que este sábado hubo masivas manifestaciones en su contra. Según los organizadores hubo más de medio millón de personas en las calles, según el gobierno fueron 130.000.
En París hubo enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad que según el ministerio del Interior dejaron 98 policías y gendarmes heridos y 81 detenidos. En París, un fotógrafo independiente sirio, colaborador de la AFP, resultó herido en el rostro. "Estamos conmocionados por las heridas sufridas por nuestro colega Ameer al Halbi y condenamos esta violencia no provocada", declaró el domingo Phil Chetwynd, director de la información en la AFP. Al Halbi tuvo dificultades para poder trasladarse a un hospital para ser curado. "Las imágenes de Siria me vinieron a la mente, era el pasado que resurgía" viendo sangre por todas partes, afirmó por Al Halbi.
La policía abrió una investigación interna sobre este incidente.
El lunes a la noche, la evacuación brutal de un campo de migrantes en pleno centro de París y la revelación el jueves de la paliza a Zecler provocaron indignación e hicieron aumentar el tono del debate. Los videos de ambos casos fueron visualizados millones de veces en redes sociales. También fueron difundidos videos que muestran a policías siendo golpeados por manifestantes, calificados por las autoridades de "violencia inaceptable". Todos estos videos serían ilegales bajo la nueva ley.