El espanto volvió a Irak. La milicia Estado Islámico (EI) asesinó ayer y colgó de postes de alumbrado a 25 civiles que intentaban escapar de Mosul. La ciudad iraquí aún es controlada por los jihadistas, que resisten el constante avance del Ejército y milicias aliadas, en el terreno, y Estados Unidos desde el aire. El jefe del Consejo de Seguridad de la provincia de Nínive –de la que Mosul es capital–, Mohamed Ibrahim al Bayati, contó que miembros del grupo jihadista mataron a los civiles cuando intentaban escapar hacia las zonas liberadas por las fuerzas de seguridad iraquí. “Los detuvieron y los mataron, y luego colgaron sus cadáveres en los postes de electricidad del barrio de Al Tank”, dijo Al Bayati, quien agregó que el EI también lanzó 40 proyectiles de mortero contra los barrios de Al Matahen y Al Yarmuk, lo que provocó el pánico entre la población civil  y un número indeterminado de heridos.

Aunque algunos civiles lograron huir a zonas más seguras (foto), otros tantos, como sucede de manera cotidiana, no lo lograron y fallecieron o resultaron heridos en el intento. A pesar del elevado costo humano, el Ejército iraquí, sus milicias y grupos paramilitares aliados, junto a las fuerzas de Estados Unidos, continúan avanzando para recuperar la última gran ciudad en manos de los islamistas del EI en ese país. En el marco de la ofensiva militar, el comandante a cargo de las Operaciones Conjuntas, el general Abdelamir Yarala, anunció ayer que las llamadas fuerzas antiterroristas iraquíes liberaron el barrio de Al Matahen por completo, tras días de combates.

Además, otro militar de las Fuerzas Especiales antiterroristas, el general Maan al Saadi, informó que sus tropas liberaron más del 90 por ciento del barrio de Al Yarmuk, y que sus tropas se encontraban en las puertas de otros cuatro barrios occidentales. Según el saldo de víctimas oficial, el EI perdió 35 miembros y cuatro de sus coches bomba fueron destruidos en esta última batalla. La situación en el este de Mosul, liberado por las tropas iraquíes el 24 de enero pasado, sigue siendo inestable. El gobernador de Nínive, Nofal al Sultan, salió ileso de un atentado con bomba contra su convoy, que solo causó daños leves a uno de los vehículos de la caravana oficial, que según informó el gobierno local en un comunicado, se dirigía a un hospital de la zona.