Desde Santa Fe
La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley el presupuesto de la provincia para 2021, que será el primero del gobierno de Omar Perotti porque el de 2020 se lo armó su antecesor Miguel Lifschiz en sociedad con los seis senadores del PJ que responden a Armando Traferri. El jueves, el Senado le dio media sanción sobre tablas en apenas 60 segundos. Y ayer, Diputados, lo aprobó –también sobre tablas- en general y en particular en 16 minutos a tono con la época: primero votan y después siguen los discursos. “Queremos agradecer este gesto institucional”, dijo el diputado y presidente del PJ, Ricardo Olivera. “Tener aprobado un 30 de noviembre, el presupuesto del año próximo no es un tema menor. Ojalá que esto sirva para mejorar el nivel de vida de los santafesinos y santafesinas”. Las flores y el agradecimiento político cambiaron el clima en la Legislatura y lo que asomaba como supuesto remezón terminó en acuerdo parlamentario: 45 votos a favor de la ley, tres en contra del centro izquierda (Carlos del Frade, Agustina Donnet y Rubén Giustiniani) y la abstención de Amalia Granata. Así, la norma salió con el apoyo de 27 diputados del Frente Progresista, siete del PJ, cinco de los bloques celestes y cinco de Cambiemos. Otra sorpresa fue la fractura del Frente Popular: Del Frade votó en contra y su compañera Dámaris Pacchiotti a favor por la relación de Ciudad Futura con el intendente Pablo Javkin y los recursos que el presupuesto provincial asigna a Rosario en materia de salud, transporte y tratamiento de residuos.
*Unos y otros. El presupuesto 2021 estima ingresos por 510.000 millones de pesos, gastos corrientes y de capital por 518.000 millones y un déficit de 8.100 millones en números redondos. “No hemos tocado un solo peso de ninguna partida”, exageró el diputado radical Fabián Bastía, que abrió la serie de discursos. “El gobernador Perotti no podrá decir que no tiene presupuesto. Y no podrá echar la culpa que se lo hizo otro”, como ocurrió con el que le armó Lifschitz. “¡Acá lo tiene, se lo hemos votado!”, desafió Bastía. Y agradeció por el “esfuerzo” a sus correligionarios del Senado y a tres senadores del PJ: Traferri, su mano derecha Rubén Pirola, y Alcides Calvo que responde a la Casa Gris. Después siguió, su colega del socialismo Clara García, quien advirtió una “situación rara” porque en un día como el de ayer, Perotti no mandó ningún ministro a la Legislatura. Unos minutos después, Olivera le contestó que este año pasaron por las Cámaras ocho ministros del gabinete por distintos asuntos.
*Ochenta millones. Los discursos esquivaron un costado del presupuesto que salió ayer. El artículo 10 que asigna partidas para “servicios no personales”, al Senado por 365 millones 300 mil pesos (un millón de pesos por día si se cuentan sábados y domingos). Y a Diputados por 80 millones de pesos. Otra sorpresa. Una fuente de la Casa Gris dijo que esos 365 millones del Senado ya habían sido incluidos en el presupuesto 2020, que acordaron Lifschiz y Traferri, hace un año. Pero los 80 millones de Diputados no estaban en el proyecto original que Perotti envió a la Legislatura. Fueron incluidos en el Senado. Ochenta millones “en servicios personales”. ¿Para qué? “Subsidios, contratos, publicidad. El Senado ya tenía ese gambito, pero lo de Diputados es nuevo”, respondió un ministro del gabinete. El artículo 21 establece el presupuesto de la Legislatura: 7. 057 millones de pesos. Para el Senado: 2.907 millones y para Diputados: 4.149 millones (más de los 4.000 millones de pesos que el gobierno de Perotti había asignado al plan Incluir en el artículo 53, que fue suprimido en el Senado con 13 votos: siete de los senadores radicales y seis del grupo Traferri).
*Sin clering. La Legislatura es una caja de sorpresas. Y ayer quedó a la vista. Lo que se anunciaba como un día de “clering” –un eufemismo para disimular el canje de leyes entre ambas Cámara- se suspendió por desacuerdos entre el bloque de Lifschiz y los senadores de Traferri. “Habíamos dicho que no íbamos a sacar leyes que signifiquen gastos presupuestarios. Algunos se plantaron con ese tipo de proyectos y entonces les dijimos que no. Y decidimos parar el clering”, reveló a Rosario 12 un diputado de la UCR que está muy cerca de Javkin. “El problema fue con el Senado”, insistió. “Había doce expedientes que ya tenían media sanción” de la Legislatura impulsados por el grupo Traferri, pero como demandaban la asignación de recursos “no nos pusimos de acuerdo”. Y chau clering. El hecho no tiene antecedentes en los últimos años y abre especulaciones sobre el rol que jugaron Javkin, el diputado y presidente de su partido Creo, Ariel Bermúdez y sus aliados en la trastienda.
El bloque de Cambiemos también se abrió del canje de leyes con el argumento de que no hubo una “agenda de temas, con suficiente anticipación” “Todo venía a las apuradas. No había clima”, explicó a este diario el jefe de la bancada, Julián Galdeano.