¿Qué obstáculos enfrentan las mujeres cuando quieren acceden a un aborto seguro y legal hoy en el país? La falta de información sobre las opciones para interrumpir el embarazo, los lugares donde recurrir para acceder a la práctica y sobre la legislación vigente, requisitos y estudios innecesarios solicitados por profesionales de la salud y demoras prolongadas en la atención, sumado a sentimientos de culpa, angustia y temor frente a posibles consecuencias punitivas y/o reacciones en su entorno familiar, son algunas de las barreras que deben atravesar cuando deciden recurrir a un aborto en el marco de las causales previstas en el Código Penal, según revela un estudio realizado por el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) a partir del testimonio de 18 mujeres entrevistadas en profundidad y la información de una encuesta a 119 más que abortaron a partir del 1° de enero de 2019 con acompañamiento comunitario, por fuera del sistema de salud formal, en Córdoba, Neuquén Salta y Ciudad de Buenos Aires. Las trabas, de todas formas, no las disuaden de interrumpir la gestación. En todo caso, retrasan el acceso y pueden complicar la práctica y exponerlas a procedimientos riesgosos, advierte la investigación.
El documento que refleja el estudio se llama “Experiencias y obstáculos que enfrentan las mujeres en el acceso al aborto. Aportes al debate por la despenalización del aborto”. Fue realizado por Silvina Ramos, Mariana Romero, Agustina Ramón Michel, María Victoria Tiseyra, Mercedes Vila Ortiz, investigadoras del CEDES. Y se presentó como un insumo más para tener en cuenta a la hora del debate por la despenalización y legalización del aborto que comienza este martes en plenaria de comisiones en la Cámara de Diputados.
En relación con la información sobre opciones y lugares donde recurrir, la mayoría de las mujeres expresan sentirse a la deriva, contó la médica Mariana Romero, a Página/12. Así, las fuentes principales que las mujeres señalan para la búsqueda de información son las amigas, Internet y redes sociales (Facebook y grupos de WhatsApp). “A partir de estas fuentes, las mujeres emprenden diversos recorridos en la búsqueda de lugares de atención. Esta búsqueda puede extenderse durante días o semanas, y en algunos casos lleva a emprender diversas alternativas y/o a la realización de prácticas riesgosas”, advirtió Romero.
Algunas pasan primero por el sistema público de salud, pero todas las encuestadas y consultadas para la investigación del Cedes terminaron abortando con acompañamiento comunitario. “El sistema de salud público genera miedo y desconfianza en varias de las entrevistadas, ya sea por malas experiencias previas, por temor a ser juzgadas o sufrir maltrato o a ser atendidas por médicos que no están a favor del aborto”, encontraron las investigadoras.
Frente a la confirmación del embarazo, “gran parte de las mujeres entrevistadas refieren a aspectos emocionales como uno de los obstáculos principales que deben enfrentar a la hora de tomar la decisión. Destacan sentimientos de culpa, angustia y temor frente a posibles consecuencias punitivas y/o reacciones sociales”, dice el estudio. El contexto legal y la falta de información sobre opciones y lugares donde recurrir también constituyen complicaciones señaladas por las mujeres al momento de tomar la decisión. Eso les genera incertidumbre y desconfianza respecto a las posibilidades de la búsqueda de atención en el sistema de salud. Una de las mujeres entrevistadas, Fabiana, de 18 años, de Córdoba, lo expresa así: “[...] después de hacerme el test decidí no hacer la ecografía, porque… me queda en la historia clínica y muchas cosas que… tenía miedo que a lo mejor no pudiese responder en el momento que me preguntaran. Miedo, desconfianza hacia los médicos, porque está bien, hay muchos que están a favor y te pueden ayudar, pero… hay muchísimos que no lo hacen”. Nora, de 28 años, de Neuquén dijo: “como no está legalizado ni nada yo sabía que no… en el hospital dudo que me iban a asistir en ese sentido (….) como no está todavía legalizado creo que sería al pedo preguntar”.
Otra de las trabas señaladas para buscar atención es “la falta de apoyo de su entorno familiar más cercano”. Muchas de las encuestadas no les cuentan a sus familias por temor a las reacciones de rechazo que pueda generar su decisión o por el estigma social en torno al aborto. “Estos temores se tornan aún más apremiantes frente a una edad gestacional avanzada. Un reconocimiento tardío del embarazo incide notablemente en las posibilidades con las que cuentan las mujeres a la hora de abortar y genera sentimientos de culpa, angustia y desesperación ante la necesidad de buscar una solución y el temor a no conseguir realizarse la práctica”, destacan las investigadoras.
Más de la mitad van solas a la consulta: “La falta de apoyo del entorno también incide notablemente en las mujeres a la hora de identificar y acceder a un servicio de salud”, observa el relevamiento.
"Entre los obstáculos directamente asociados a las instituciones de salud, la falla en el acceso a la información resulta el más relevante. En el caso de las mujeres encuestadas, el acceso a la información varía significativamente entre las diversas jurisdicciones y también entre el tipo de información de la que se trate (marco normativo, lugares para realizarse un aborto, métodos, entre otros)", contó la abogada Ramón Michel. "Otros de los obstáculos nombrados por las mujeres son los relativos a cuestiones administrativas y/o estudios previos requeridos –muchas veces innecesarios-- y a la demora en el hospital. Este último es el motivo principal que esgrimieron las mujeres entrevistadas para realizar una consulta en otros lugares. Muchas veces, estas mujeres debieron realizar varias consultas para poder acceder a un aborto en los servicios de salud pública", añadió .
«Fuimos como a las 8 de la noche, salimos a las 2 de la mañana más o menos, estuvimos un montón esperando que alguien nos atendiera, y yo estaba con… o sea, supuestamente yo estaba con un dolor muy zarpado en el vientre, o sea, en la parte del abdomen baja, y pasaban los médicos por mi lado y nadie me atendía, o sea… bueno, es, digamos, los lugares públicos son así, yo voy siempre ahí porque es lo que el Estado me da a mí, y… y así que no pude conseguir esa ecografía», comentó Sol, de 25 años, de CABA, una de las jóvenes entrevistadas. Otro problema es que “ante las demoras prolongadas y la necesidad de realizar diversas consultas, las mujeres que no cuentan con la posibilidad de abandonar el trabajo formal, las tareas del hogar o el cuidado de sus hijos son las que encuentran mayores dificultades a la hora de buscar atención”, alerta el estudio.
"No contar con días disponibles en el trabajo o con personas que cuiden a sus hijos son las principales preocupaciones de estas mujeres. A su vez, los problemas vinculados a la distancia entre sus domicilios y los hospitales o centros de salud constituyen un problema adicional en el caso de tener que acudir en reiteradas oportunidades", señaló Ramón Michel.
Otra barrera tiene que ver con la violencia que encuentran a la hora de realizarse la ecografía para determinar la edad gestacional en un centro de salud.
"Algunas de las mujeres mencionan situaciones de maltrato y avasallamiento de su autonomía que, junto con el uso de frases alusivas a la maternidad, constituyen formas de violencia institucional que se traducen en prácticas no consentidas que atentan contra su dignidad y su salud emocional", advirtió Romero.
Una de las entrevistadas lo contó de esta forma: “me tocó ese ginecólogo pro vida, antiderechos, ahí sí fue como… de hecho salí corriendo de ahí, le dije a mi novio vámonos, lo agarré así, le dije vámonos rápido, porque me entró una persecución de… yo ya sabía, todo, digamos, cómo tenía que actuar y lo que le tenía que decir al tipo, a la persona que me hiciera la ecografía, sin embargo nada, o sea, el tipo insistidor, insistidor, vas a ser mamá, yo le dije nada más quiero saber que esté bien, no quiero escuchar nada, el tipo me puso los videos, tenía televisor así gigante, me puso todo para que yo viera, para que yo escuchara”, contó Diana, de 28 años, de Neuquén.
En relación al acceso al tratamiento en tiempo oportuno y adecuado se señalan al igual que las demoras anteriores los aspectos emocionales. “Los sentimientos de temor y angustia aparecen reiteradas veces en las descripciones del momento de realización del aborto que hacen las mujeres entrevistadas. Dichos sentimientos se vinculan al miedo por posibles consecuencias no deseadas de la realización del aborto (muerte, infecciones, entre otras) y al posterior arrepentimiento por la decisión de abortar. Asimismo, estos temores se vinculan a la falta de información respecto a los procedimientos. Por lo tanto, un estado dubitativo caracteriza los momentos previos a la realización del aborto en gran parte de las mujeres. En algunos casos, los temores se vinculan a una percepción negativa sobre el aborto debido a malas experiencias de su entorno y por el temor a la presencia en hospitales de sectores antiderechos que ejercen presiones sobre los profesionales de la salud”, revela el estudio.