La Cámara de Senadores dio media sanción al proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo que establece la necesidad de que el gobierno de turno cuente con el aval parlamentario a la hora de la toma de deuda en moneda extranjera y para aprobar acuerdos de deuda pública con cualquier tipo de financiación internacional, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI). La votación contó con 65 afirmativos, una abstención y ningún rechazo. Mientras esta iniciativa legislativa está en agenda, el gobierno despliega la negociación de un nuevo acuerdo de fondeo con el FMI. Para el oficialismo, la ley facilitaría dicho acuerdo, en la medida en que expresaría un mayor consenso de la clase política alrededor de las directrices en materia de deuda.
La propuesta determina en su artículo primero que "la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional de cada ejercicio deberá prever un porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones de títulos públicos autorizadas para ese ejercicio".
Además, el proyecto establece que el Congreso debe autorizar cada vez que el endeudamiento supere el límite establecido en el Presupuesto, al tiempo que el Parlamento deberá ser paso ineludible para que el Ejecutivo firme acuerdos de deuda con el FMI. Adicionalmente, los recursos obtenidos por la emisión de deuda y los programas con el Fondo no podrán ser utilizados para gastos corrientes.
El proyecto de ley fue ideado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, como modo de impulsar el mayor apoyo político posible para encarar la implementación del plan económico que irá acompañado por el próximo programa financiero del Fondo Monetario. Guzmán indicó que "los programas con el FMI tienen consecuencias que trascienden a un período de gobierno y es fundamental entonces que, cuando se va en esa dirección, no se actúe únicamente como política de gobierno sino que se haga en la construcción de consensos más amplios y de debate". "Por eso este proyecto establece que en el futuro toda emisión de títulos públicos en moneda extranjera bajo jurisdicción extranjera deberá ser aprobado por el Congreso y todo programa con el FMI que el Poder Ejecutivo acuerde deberá también tener aprobación del Congreso", agregó.
Por el lado de la oposición, el senador Martín Lousteau (UCR-CABA), defendió el uso del megapaquete de endeudamiento que el FMI otorgó al gobierno de Mauricio Macri y si bien dijo que ley pedida por Guzmán "es un paso adelante, no resuelve los problemas de fondo". En tanto, el senador oficialista Carlos Caserio defendió el proyecto y criticó al Fondo: “queremos decirle al FMI que para sacar a este país adelante, tenemos nuestras propias leyes, nuestra propia voluntad política y nuestra propia capacidad para solucionar los problemas. Le pedimos al FMI que esta renegociación sea racional. Este crédito se tomó en circunstancias muy irregulares y sabiendo todos de antemano que no se podía pagar”, dijo.
En la entrevista exclusiva a Guzmán que publicó este diario el domingo pasado, el ministro se explayó sobre la relación actual entre el Fondo y la Argentina. “Tenemos que negociar con el FMI porque el gobierno anterior pidió 57 mil millones de dólares, de los cuales fueron desembolsados 45 mil millones. La única razón por la cual el FMI está metido en la Argentina es porque el gobierno de Juntos por el Cambio acudió a ellos, en lugar de atacar los problemas fundamentales que tenía la economía. Quiso disimularlos metiendo al Fondo, y todos los problemas que había se profundizaron”, indicó.
Guzmán agregó que “se va a actuar con responsabilidad, se trata de resolver un problema concreto que dejó el gobierno anterior. Lo primero es tener un programa propio que ataque las deficiencias de la economía en el contexto de la construcción del consenso sobre los pilares de un crecimiento sostenido con estabilidad. Que este el Fondo es una circunstancia. No es algo que el Gobierno quiera. Es una circunstancia impuesta por el gobierno anterior”.
"Necesitamos tener un programa que nos permita tener una reprogramación de esos pagos, un programa de la sociedad argentina que siente los pilares de un crecimiento económico. Será la hoja de ruta para sentar base de estabilidad más permanente", consideró Guzmán.