Finalmente, las comunidades originarias que realizaron la denominada Marcha Histórica pudieron reunirse con el gobernador Gustavo Sáenz en la Casa de Gobierno. Fue, en palabras del referente Gervasio Barbier, el primero de los encuentros en el marco de la mesa de diálogo intercultural que vienen reclamando comunidades indígenas del norte salteño con el fin de ser parte de la discusión de las políticas públicas para el sector, que, entre otros reclamos, vienen reclamando el acceso al agua, la salud y la educación, además de la resolución urgente de la titularidad de los territorios de uso ancestral.
Sin embargo, la reunión tuvo sus bemoles y, de hecho, no se selló con un acta, como pedían las comunidades. Distintos participantes informaron a Salta/12 que hoy se tratará de elaborar y firmar ese acta. Además, Barbier, que es vicepresidente de la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo (UACOP), la organización que motorizó esta protesta, informó que hoy habrá reuniones con cada Ministerio, en el mismo Hogar Escuela, donde se alojan las familias indígenas venidas del norte de la provincia.
Los manifestantes, que habían iniciado al mediodía el recorrido a pie desde el Hogar Escuela (en el macrocentro de la ciudad de Salta) hasta el alejado, y elevado, barrio Grand Bourg, donde está la Casa de Gobierno, fueron con algunas prevenciones, porque entreveían que el gobernador no iba a ser parte de la reunión, a pesar de sus pedidos específicos en este sentido. Efectivamente, el encuentro se inició con la presencia del gabinete completo, incluído el vicegobernador Antonio Marocco, pero sin el "cacique provincial".
Así las cosas, la primera parte de la reunión se fue en quejas de los referentes originarios por la ausencia de Sáenz. Algunos se manifestaron "tristes" por lo que entendieron como un destrato de parte del gobernador. De todos modos, tras esos primeros intercambios, el diálogo se encaminó hacia los reclamos concretos.
La guitarra del gobernador
En eso estaban cuando de repente la conversación fue interrumpida por la llegada estrepitosa del gobernador, que, para completar la escena de locutor oficial anunciándolo, funcionarios y visitantes poniéndose de pie para saludarlo y fotógrafos rodeándolo, hasta había llegado con una guitarra. Eso sí, no hubo canciones.
En cambio, el mandatario tomó la palabra, dijo que no iba a hablar de cosas concretas como el acceso al agua y la tierra, sino "por la dignidad". Respecto del petitorio de 20 puntos entregado por los referentes comunitarios, Sáenz sostuvo que “son pedidos que vienen haciendo hace muchísimos años y esta gestión entiende que son reclamos legítimos que tienen que ser resueltos”, aunque agregó que “difícilmente en un año de gestión pueda(n) ser solucionado(s)”.
"Tenemos la responsabilidad y el compromiso de continuar trabajando incansablemente por quienes más lo necesitan. Estamos donde hay que estar, que es al lado de la gente", dijo. “Vamos a hacer lo humanamente posible para devolverles los que le quitaron durante años, que es la dignidad que cada uno de ustedes se merecen”, añadió. “Siempre escuchamos las necesidades de la gente y trabajamos incansablemente para poder brindarles soluciones concretas”, dijo sobre el final. Tras esto el locutor lo despidió y dio por terminada la reunión.
Los integrantes de las comunidades se quedaron en sus lugares y otra vez comenzaron las quejas: señalaron que no era eso lo que se había acordado para el diálogo, que no se había firmado un acta de y ni siquiera se había fijado otra fecha de reunión.
Mientras los manifestantes hablaban, el gobernador se fue. Pero su impronta había quedado. El ministro de Gobierno, Ricardo Villada, se mostró ofendido de que los comuneros pretendieran que sus dichos, de "gente de palabra", se refrendaran en un acta.
Hubo idas y venidas y al final se acordó que cada área de gobierno que participó presentará hoy por escrito lo que se dijo en la reunión, y los manifestantes y los veedores que los acompañan armarán su propia acta sobre la base de sus registros, con la idea de realizar un acta única que sería firmada al mediodía.
Otros 20 pozos
"Sólo estuvieron los ministros, no estaba el señor gobernador. Llegó, se sentó un ratito, avisándonos que trajo un paquete muy grande para darnos solución a todos los problemas, pero cuando le hemos pedido que firme un documento, no quería, se levantó y, bueno, hemos quedado en que vamos a seguir quedándonos hasta que firmen algún papel", relató Barbier tras el encuentro.
El gobierno informó que las demandas de las comunidades originarias, representadas en el encuentro por 20 caciques, "fueron canalizadas por las distintas áreas del Gobierno de la Provincia" y ratificó que el "cierre fue encabezado por el gobernador y que el gobernador dijo: “Siempre nos manejamos escuchando”.
El gobierno indicó que Sáenz informó a las comunidades sobre las obras gestionadas en la Nación, que benefician a Salta y particularmente al norte de la provincia. Detalló que se perforarán otros 20 pozos y se instalarán tres plantas de ósmosis inversa para el abastecimiento de agua segura a la población de esa zona.
Estas obras quedaron establecidas en el convenio que el mandatario salteño firmó ayer con el administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto.