Un nuevo barrio privado despunta en Funes y suma preocupación a quienes en la Ciudad Jardín observan el crecimiento exponencial de población y demanda de servicios para una infraestructura ya superada hace años. Lo que escandaliza en estos ámbitos es que es la propia gestión municipal de Funes la que avala esta forma de urbanización. El intendente Roly Santacroce envió el proyecto urbanístico Las Fincas al Concejo, y hoy sería aprobado por la mayoría del Frente de Todos y Cambiemos. Enfrente, los que se oponen señalan que el barrio nuevo se traza sobre la margen del arroyo Ludueña, a pesar de que allí está proyectado un parque, con una ordenanza en firme y una ley provincial en tratamiento vigente.

El barrio Las Fincas es iniciativa del empresario bodeguero Graciano Araujo, con apoyo de otros capitales de inversión inmobiliaria frecuente en la zona, tales como Rosetti, Rosental y el multimedios La Capital. Pero al Concejo llegó por envío del propio Ejecutivo funense. Son 52 hectáreas de lotes de hasta 800 metros cuadrados, en una zona donde el valor oscila entre 175 y 200 dólares por m2. El plano toma casi la vera del arroyo Ludueña, desde la avenida Illia hasta la línea imaginaria a la altura del estadio mundialista de hockey.

El concejal Mauro Miguez (Unidad Popular) rechaza de plano la iniciativa. "Para empezar, avanza sobre una zona que por una ordenanza de 2008 y un proyecto de ley presentado por Carlos Del Frade será el futuro Parque Regional del Ludueña. Se está discutiendo en Diputados que en los 300 metros linderos al arroyo no puede haber urbanización y debe haber un parque de uso público y educativo similar al Bosque de Constituyentes de Rosario. Esta ordenanza alterará los usos del suelo de esa zona. Es la vera del arroyo, zona de inundabilidad. Con el cambio de urbanización que hay en la zona, en los próximos años la cuenca traerá un volumen de agua mayor que pondrá en peligro estas mismas urbanizaciones que se habilitan alegremente", se escandalizó.

"Se está discutiendo en Diputados que en los 300 metros linderos al arroyo no puede haber urbanización y debe haber un parque de uso público y educativo". Miguez

El proyecto deja una ribera libre de 50 metros, por lo que Miguez advierte allí ya el peligro medioambiental. "Se pone en peligro la biodiversidad de los humedales cercanos y también los barrios aledaños como Solares del Rosario, Villa San Juan y Villa Golf", avisó. 

El tema es recurrente en Funes. Ya en diciembre de 2015 la población se movilizó en alerta por la falta de planificación urbanística y la proliferación de barrios, clubes de campo y edificios en altura que complejizan la sustentabilidad de este conglomerado al oeste de Rosario. De 8500 habitantes que contaba a mediados de la década del '80, hoy Funes supera los 40.000. La infraestructura de servicios no mejoró a ese ritmo y hoy los cortes de energía eléctrica y de agua dejan en evidencia ese déficit de inversión.

"Lo llamativo es que es el propio intendente el que propone estos emprendimientos en el Concejo. Lo avalaba antes cuando era concejal y gobernaba Cambiemos, y ahora alternan pero el modelo de negocios que avalan es el mismo", reprochó Miguez en diálogo con Rosario/12.


El encarecimiento de la tierra en Funes y otras localidades del hinterland Rosario es otro efecto de este proceso de repoblación de la zona 

En el oficialismo valoran las plusvalía urbana que dejan estos negocios inmobiliarios. Miguez no: "Es el modelo que fracasó en los últimos 20 años. Los barrios privados han dejado algunas calles pavimentadas como Fuerza Aérea, Mitre, Hernández, pero que hoy son disfuncionales, deterioradas por mala calidad, dejaron rotondas funcionales a los accesos a los barrios privados pero no a zonas vulnerables. Y lo que hicieron fundamentalmente es aumentar exponencialmente la población y el precio de la tierra", apuntó el concejal opositor.

El encarecimiento de la tierra en Funes y otras localidades del hinterland Rosario es otro efecto de este proceso de repoblación de la zona. La instalación de barrios privados para una elite pone a los terrenos cercanos fuera del alcance de sectores menos pudientes. "Hacen una burbuja inmobiliaria, un modelo de ciudad desigual y, lo que es peor, patrocinada por el Estado", exclama Miguez.

En Funes se comenta que los inversores son Casa Araujo, una bodega mendocina fundada por el rosarino Graciano Araujo, la desarrolladora inmobiliaria Rossetti, la firma Rosental y el multimedios La Capital.

No es la única inversión urbanística que se ventila en el Concejo funense por estos días. Hay otra mayor, de 156 hectáreas en el noroeste del ejido, que también trae polémica porque entienden que sumará más presión sobre la trama urbana de la ciudad. "En unas pocas sesiones -concluyó el concejal Miguez- se pretenden aprobar 212 hectáreas de nuevas urbanizaciones, el 2,12% de todo Funes, y sin debate. Objetamos que no se lo discuta con la comunidad, que ya cuestionó la falta de planificación, y la ausencia del Estado en no regular este crecimiento".