Una tormenta autogenerada. Una herida autoinfligida. Todo proyectaba prosperidad después del primer triunfo argentino sobre los All Blacks, pero de un día para el otro el rugby argentino se ve envuelto en una crisis profunda y con tintes históricos en la que la figura central de Los Pumas es desgastada por el repudio generalizado de una sociedad. El "no-homenaje" a Diego Armando Maradona tras su muerte y los tuits racistas de alguno de sus integrantes bastaron para echar por tierra un trabajo de largos años en los que la Unión Argentina de Rugby (UAR) buscó afianzar el vínculo de su principal seleccionado con la gente. Así comienza la nota de Rodrigo Spiess publicada en este diario y el tema no fue ajeno a un fervoroso debate entre las y los soci@s de Página/12. 

A continuación los pasajes más destacados para seguir reflexionando:

El deporte es un espejo del funcionamiento de una sociedad que funciona con "compartimientos estancos". Estos energúmenos son el reflejo de la cultura en la que viven, completamente aislada del resto. Tienen sus escuelas (Ward, Champagnat, Cardenal Newman... Tienen sus viajes a Europa y el odio a "los negros". Los 40 % que han votado por esa mafia que fue gobierno tienen esa "visión del mundo". Inclusive si muchos son "educados" y otros tienen cuidado con la retorica y los exabruptos; eso lo tienen marcado a fuego en el alma. Muchos periodistas, políticos e inclusive ciertos "intelectuales" (con las comillas) lo saben y hacen todo lo posible para que esa cultura permanezca bien viva y activa, lo que no es muy difícil. Ya no estamos solamente divididos por cuestiones políticas o económicas, sino delante de enemigos de la vida. El eros y thanatos de los griegos es, desgraciadamente, más actual que nunca. No es dando consejos a deportistas que se va arreglar la cosa, sino con una revolución cultural que comience ya en el jardín de infantes. Las otras violencias, como es el caso del machismo, forman parte del mismo problema.
Calisto

El racismo es como el yuyo que mata todo posible desarrollo del pueblo. Es clave iniciar una campaña de concientización no solo con los Pumas, sino en todos los colegios privados que enseñan a odiar y no respetan los derechos humanos. La discriminación se hizo visible pero día a día crece sin que nadie ni nada haga algo para detenerla. No permitamos este desastre. La humanidad ya sufrió y continúa sufriendo este flagelo letal. 
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Es una idiotez total culpar al rugby de un tema de clase que no tiene poco que ver con el deporte. En este caso, tampoco la pelota (de rugby) se mancha. La discriminación es principalmente económica; en general los ricos exitosos aun de piel oscura son ampliamente aceptados en círculos de élite. Maradona, precisamente, es uno de millones de ejemplos y no solo en el área deportiva. Los Macri y miles de nuevos ricos del siglo XX también. Hay imbéciles por todos lados, jueguen o no rugby. Ah, y a propósito, sería bueno que aquellos que hablan desde el púlpito se dieran una vueltita por https://www.facebook.com/tnh154rd/ y de paso vean si encuentran algo así en otros deportes.
PabloRG

El centro del debate debe salirse del rugby. Este juego concentra elitistas y mediopelo con aspiraciones aristocráticas. Siempre fue así, a pesar de que se popularizó mucho en las ultimas décadas. No es el rugby, es que es en el rugby donde se visibiliza una alta concentración de este tipo de personas. Cualquiera que haya estado en ese círculo lo sabe: lo que escribieron estos nabos es lo que escriben a diario lo que comentan todos en este grupo social clasemediero con aspiraciones, de colegio privado y con mini castas (Lasalle menos que Champagnat, etc). Claro que habrá quien diga que no todos en el rugby son así (en más de una década jugando al rugby no encontré a uno que no sea así); puede ser y por eso no es el rugby sino este grupo social que también practica otros deportes y tiene otras actividades. 
didac

El autoritarismo que nace de resabios racistas, clasistas y patriarcales instalados en la sociedad ya es una enfermedad endémica, naturalizada en la vida familiar, social, política, académica que se muestra de variopintas maneras no sólo en el deporte.
Esta pandemia nos mostró también que todos somos iguales en nuestra naturaleza humana. La epidemiología socio cultural, no sólo identifica lo que nos enferma, también lo que nos sana. Solidaridad, cuidado por la naturaleza, el valor único de la vida, el valor de la familia. Si tuviéramos el coraje de reconocer nuestras vulnerabilidades y asumirlas, reconoceríamos los valores de nuestra dignidad humana y al actuarlos descubriríamos que al herir la dignidad del otro que es igual a mí, me hiero. Y puedo asegurar personal y comunitariamente que es el inicio de un proceso maravilloso en el cual se descubre que las diferencias se transforman en riquezas. Es muy cierto que sólo se reconoce con la experiencia, un ámbito que es patrimonio de nuestra interioridad, muy única y personal, vivencia que al compartirla se internaliza como comunidad. Es así. Una verdad que al ser sinceros con nosotros mismos, la reconocemos. La pandemia nos acorraló ¿por qué no hacer que éste sea un tiempo fértil? 
marains.perris