La pandemia generó una crisis. Pero las necesidades que generó también involucraron oportunidades. La necesidad de respiradores, dió la oportunidad de poder generarlos en Salta con insumos locales, con el fin de dar un apoyo en caso de que el instrumento hospitalario comenzara a faltar. 

En abril, frente a ese escenario, la Universidad Nacional de Salta (UNSa) manifestó la necesidad de contar con un desarrollo tecnológico que prevenga una situación como esta. Y ante las condiciones impuestas por la cuarentena, el cierre de fronteras y la imposibilidad de encontrar insumos en el exterior, investigadores del Conicet que forman parte Universidad pública salteña, lograron crear el prototipo 1 de un respirador de diseño pura y exclusivamente salteño.

Así lo explicó a Salta/12 el director de la carrera de Electromecánica, docente de la UNSa e investigador del Conicet, Sergio Oller.

El equipo dedicado a este desarrollo, y que está conformado por 8 personas, involucra también a estudiantes avanzados de Electromecánica, una carrera que se inició hace 6 años en Salta. El primer prototipo está listo para ser desarrollado y quedar a disposición de la demanda hospitalaria una vez que sea homologado y financiado. Se continúa trabajando en el prototipo 2 (ya en desarrollo), y se tiene en espera la posibilidad de avanzar con los prototipos 3 y 4.

“Este puede ser el puntapié inicial para un desarrollo en la provincia muy importante”, dijo el gerente general del Hospital San Bernardo, Pablo Salomón, al ser consultado por el avance que se logró en la Universidad y que podría llegar a utilizarse en área médica. Salomón fue consultado dado que se conoció del desarrollo de los respiradores en el marco de la firma de convenio que tuvo lugar este viernes entre la UNSa y el San Bernardo.

Un costo de mil dólares

“La idea es ayudar sin ser competencia de ninguna empresa”, dijo Oller. Explicó que con el prototipo MK1, que es un respirador más básico, se busca la atención de aquellas personas que tienen un requerimiento de asistencia mecánica respiratoria más leve. A medida que se incrementa el número del prototipo, es mayor la complejidad del respirador. Los prototipos 1 y 2 incluso son “autónomos”, es decir, no precisan estar conectados a las entidades hospitalarias. Esto también les permite ser vistos como una oportunidad para hospitales del interior que no tienen respiradores pero que sí precisan hacer traslados de pacientes, según la visión de Salomón.

Uno de los desafíos más importantes para los investigadores fue la electroválvula, que comercialmente solo se fabrica en un país y fue lo que generó el cuello de botella para el diseño y desarrollo de respiradores nacionales durante el pico de la pandemia. La electroválvula se hizo entonces en Salta con insumos que lograron conseguirse en la provincia y el país.

El costo de este primer prototipo es de mil dólares. El de los demás varía según su complejidad y llegaría a superar los 7.500 dólares. Para ejecutar el proyecto, los investigadores se reunieron con médicos terapistas para responder a los requerimientos de la operación del equipo.

Un hospital escuela

El convenio que se firmó entre el gerente General del Hospital San Bernardo, Pablo Salomón, y el rector de la UNSa, Víctor Hugo Claros, apunta a fortalecer a las instituciones a través de objetivos complementarios en materia de capacitaciones.

El acuerdo indica la necesidad de mancomunar esfuerzos para la concreción de acciones de capacitación y formación destinadas a todo el personal del Hospital, en el marco del Plan Anual 2021, elaborado por el Programa de Recursos Humanos de la institución sanitaria.

Entre esas actividades, Salomón indicó la posibilidad de que a partir del año que viene el San Bernardo también pueda iniciar sus pasos como hospital escuela. Será para aquellos alumnos que se encuentran en los años avanzados de la carrera de Medicina en Salta.

Sucede que el Hospital de referencia en el NOA cuenta con la totalidad de las especialidades médicas, a excepción de obstetricia y pediatría. En estas dos materias, el rector de la UNSa informó que se firmarán convenios con el Hospital Materno Infantil para que reciba a los alumnos de la carrera.

Salomón, por su parte, afirmó que el objetivo de ser un hospital escuela no solo involucra lo médico, sino también apunta a la posibilidad de extenderse a la especialización de quienes podrían actuar en materia administrativa ya sea en la parte de contaduría o de recursos humanos. “El Hospital es una empresa modelo con más de dos mil trabajadores a cargo”, sostuvo el gerente al indicar que con acuerdos como este, se logra una sinergia entre aquello que puede ofrecer el Hospital y la Universidad.