Los gobernadores que almorzaron el viernes en Olivos con el presidente Alberto Fernández avanzaron con la redacción de un documento en el que manifiestan su reclamo para que "por única vez" se suspendan las elecciones PASO, previstas para agosto del año que viene. Para ello, esgrimen razones principalmente sanitarias antes que las económicas, porque ese es un argumento que un sector del oficialismo no comparte. "La responsabilidad de gobernar en tiempos de pandemia exige mesura, prudencia y sentido común con el objetivo de avanzar en el plan de vacunación para inmunizar en forma creciente a la población de cada una de las provincias argentinas", sostiene el documento avalado por todos los gobernadores a excepción del radical mendocino Rodolfo Suárez y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En cambio, sí lo apoyaron los otros dos gobernadores radicales y los de partidos provinciales. Al Gobierno le interesa ir hacia la suspensión de las primarias, pero un requisito que exigió el presidente Alberto Fernández fue que fuera en consenso con la oposición y ahora quedó claro que hay una buena parte de ella que está de acuerdo.
Antes de la firma del Consenso Fiscal en la Casa Rosada, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, fue consultando a sus pares acerca de cuál era su postura acerca de las primarias y encontró unanimidad en favor de la suspensión. Incluso notó más entusiasmo en opositores como el radical Gustavo Valdés, de Corrientes, y los provinciales Omar Gutiérrez, de Neuquén, y Arabela Carreras, de Río Negro; que en algunos oficialistas. Por eso, poco después, cuando fueron a Olivos para compartir un asado, preparó un documento al que los 21 mandatarios presentes expresaron su adhesión. Otro de los impulsores es el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, quien ya a principios de noviembre planteó a través de las redes sociales la necesidad de generar consensos para evitar las primarias. Ellos trabajan en sintonía con el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, pero en Gobierno tienen siempre presente que para que la propuesta tenga éxito el impulso lo deben llevar los gobernadores.
El texto pone de relieve que la prioridad para el año que viene tiene que estar puesta en la campaña de vacunación contra la Covid-19. "Mientras este plan avance progresivamente, es necesario administrar los contagios, asignar recursos para detectar, aislar y cuidar a nuestras comunidades y garantizar el derecho a la salud por parte de ciudadanos y ciudadanas", añade. Aunque el mes pasado, Uñac había planteado el ahorro económico como uno de los motivos principales que aconsejaban la suspensión, en el documento firmado aparece de manera tangencial. "Nuestros esfuerzos en esta etapa deben orientarse a cuidar la salud de nuestro pueblo, recuperar la economía y promover el empleo como agente dinamizador de la dignidad de cada persona", concluyen los mandatarios. Eso se debe a que en un sector del Frente de Todos, básicamente en el kirchnerismo, no digieren el ahorro como un argumento válido. "Eso es antipolítica y no estamos de acuerdo. Era lo que decía el macrismo cuando era gobierno. El funcionamiento democrático tiene un costo y el Estado debe afrontarlo", respondían en ese sector.
La idea es que en los primeros meses del año próximo la campaña de vacunación alcanzará, con esfuerzo, alrededor del 23 por ciento de la problación, entre grupos de riesgo y trabajadores esenciales. Para llegar a la inmunidad, los científicos explican que se debería vacunar el 60 por ciento de la población, que no está claro en qué mes se conseguirá abarcar, incluso ante una posibilidad de segunda ola de casos en las estaciones de frío. El cierre de listas para las primarias está previsto para junio e inmediatamente arrancaría la campaña electoal para las elecciones de agosto. Los gobernadores ven el cumplimiento de ese calendario en el medio del operativo de vacunación y del mantenimiento de las políticas distanciamiento social como una pesadilla.
Obvio, también hay razones políticas. Siempre para los oficialismos es más sencillo manejar las candidaturas y el armado de listas en un esquema cerrado que si se mantiene el sistema de primarias, en las que cualquiera que cumpla con los requisitos puede presentarse a competir. También es cierto que en las últimas elecciones las categorías en las que hubo una competencia real fueron las menos. Por eso, el año pasado hubo muchas voces, principalmente desde el macrismo, donde criticaron a las PASO como un gasto innecesario de recursos públicos. Pero, esta vez, desde la conducción de Juntos por el Cambio en el Congreso mantienen el rechazo a la suspensión con argumentos indefinidos. Insisten que cualquier cambio no puede ser resuelto por el Frente de Todos de manera unilateral.
Por eso, Fernández y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, remarcan que todo avance debe ser hecho por consenso. El plan de los gobernadores es presentar en los próximos días un proyecto de ley con la firma de un diputado de cada provincia en el que se exprese -apenas en un par de artículos- la propuesta de suspender por única vez las elecciones PASO debido a la situación sanitaria, en una modificación de la ley electoral vigente. El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, adelantó que el viernes que viene los diez gobernadores de las provincias del norte se reunirán en Resistencia, donde es seguro que harán un nuevo posicionamiento público por la suspensión, otra vez junto a los radicales de Corrientes y Jujuy. Así, se presenta cada vez más difícil para el bloque de Juntos por el Cambio no tratar un proyecto que reclaman los propios gobernadores de su espacio. Si hay consenso, entienden en el oficialismo, el proyecto podría ser incluido en las sesiones ordinarias y aprobado antes de que termine el año. De ese forma, al Gobierno sólo le quedará convocar directamente a las elecciones nacionales para octubre -el tercer domingo cae 17, nada menos- y liberar el año del cronograma electoral.