Toda crisis es una oportunidad, reza el popular dicho. Si el año que viene no se da la peor sequía en 200 años, no cae un meteorito como el que mandó de gira a los dinosaurios y tampoco aparece un nuevo ritmo latino “superador” del reggaetón con letras que solo tienen ruidos onomatopéyicos y el nombre del cantante repetido infinitas veces, si no pasa ninguna de esas tragedias, el ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, tendrá una gran oportunidad en el futuro gracias a la crisis de la actualidad.
A fines del 2021 cuando se siente nuevamente ante los legisladores para hablar del presupuesto, como lo hizo el viernes vía zoom, Dib Ashur podrá presumir de porcentajes e índices que fueron todos para arriba, lo que permite el famoso efecto rebote, y más aún después de un año absolutamente perdido.
De hecho, hace dos días utilizó ese artilugio cuando anunció un aumento del 200 por ciento de los recursos destinados para obra pública. En un mal año en el que la principal obra pública fue el cordón cuneta, cualquier tarea que involucre diez bolsas de cemento y 50 ladrillos ya es una señora construcción. Entonces poner 12 mil millones de pesos en obra pública, representa tres veces más de lo que se ejecutó en 2020. Aunque esos miles de millones solo sean el 8 por ciento del total presupuestado para el año.
Los números previstos por el gobierno a simple vista apabullan por la cantidad de ceros que incluyen, redondeando para arriba, los ingresos previstos llegan a 153 mil millones (9 ceros en la cifra).
El problema es cuando se hace la conversión a dólares, ya que tomando una cotización de 140 pesos por cada dólar (convengamos que al precio oficial de 80 ya ni el Banco Central lo debe conseguir), el presupuesto salteño representa poco menos de 1.100 millones de dólares. Con esa plata apenas le alcanza a la provincia para meterse en el top 10 de las personas más ricas del país. Lejos, muy lejos, de los 5.400 millones de la familia Bulgheroni.
Pero como nada está escrito en piedra en estos tiempos, en el mensaje del Ejecutivo que acompaña al proyecto que ingresó en la Legislatura se aclara que el presupuesto se armó en medio de una crisis, y da a entender que esto es lo que hay por ahora, pero que en cualquier momento se puede ir todo al demonio.
Como esa frase no resultaba ni muy alentadora, ni muy académica, optaron por incluir un párrafo mas elegante: “El proyecto de presupuesto del ejercicio 2.021 se realizó sobre la base de un panorama macroeconómico basado en una situación de crisis, razón por la cual las estimaciones de corto y mediano plazo pueden tener cierto grado de variabilidad conforme al desenvolvimiento que vayan presentando los principales factores que componen la economía”. O sea... a buen entendedor, en este caso, muchas palabras.
Tres homenajes tres
Parejito para los homenajes anduvo el Concejo Deliberante salteño esta semana. Metió tres en la última sesión, uno de los cuales terminó en escándalo y repudio de los organismos de Derechos Humanos, otro en un fuerte intercambio entre los propios concejales y en tanto el tercero fue de consumo interno.
El homenaje al ex DT Juan de la Cruz Kairuz, señalado como integrante de un grupo de tareas que en 1976 secuestró en Ledesma al médico Luis Aredez, levantó una ola de repudio a los ediles. Que la embarraron aún más al alegar ignorancia sobre los antecedentes del homenajeado. Ahora que ya saben quien es, anunciaron que presentarán proyectos para deshomenajearlo.
El segundo tuvo carácter de auto homenaje y corrió por cuenta de Frida Fonseca, que además de destacar lo bien que en el Concejo sobrellevaron la pandemia y la cantidad de proyectos aprobados en este año, no ahorró loas hacia el presidente del cuerpo: “Concejal Madile, felicitaciones por la gestión de este año, el equipo funcionó de manera impecable”. Muy rico todo, le faltó decir.
Y como equipo que gana no se toca, al día siguiente ratificaron por amplia mayoría las autoridades del cuerpo, con el concejal Madile en la presidencia, el concejal Ángel Causarano en la vice y la Concejala Laura García en la vice segunda. En medio hubo algún intento a último momento del romerismo de meter otro García (José) en esa terna, pero que no prosperó al no tener consenso entre sus pares.
Ahora por el atrevimiento estarían a punto de desterrar al ex Operación Triunfo, a la desolada Siberia legislativa que habita cual Yeti, Jorge Altamirano, el único que hasta ahora se reivindica abiertamente como Bettinista. Por lo pronto García ya tuvo su primer rigoreo cuando no le quisieron aprobar ni siquiera una moción de preferencia para el tratamiento de un proyecto en la próxima sesión.
Finalmente el tercero, fue un homenaje en vida al propio gobernador en medio del debate de una ordenanza para condonar la deuda que en concepto del Impuesto a la Radicación de Automotores podrían llegar a tener los ex carreros.
Como en un partido de truco Fonseca y Romina Arroyo se iban levantando el canto ante cada alabanza al actual mandatario por el plan de reconversión de carros a tracción a sangre a la actuales motocargas (y en medio le tiraban palos a la intendenta Romero). “Tuvo que llegar a la intendencia un hombre de las características sociales y humanas como Gustavo Sáenz”, declamó Fonseca.
“Cuando uno tiene un compromiso, es algo que habla de la buena gestión, habla bien de la persona y en este caso lo supo hacer muy bien el doctor Sáenz, a través del diálogo, principalmente de la humildad y de su cercanía con la gente”, revoleó Arroyo.
“Pero con la vocación, con el compromiso, con la capacidad del entonces intendente, esto es una realidad, que quedará en los anales de nuestra historia, como un gran logro, un gran mérito de nuestro gobernador Gustavo Sáenz”, no se achicó Fonseca.
“Un plan para reconvertir a los carreros se logra solamente cuando hay compromiso, cuando la palabra no se mancha”, maradoneó Arroyo.
Cuando las concejalas ya estaban entrando en una especie de nirvana saencista y a punto de certificar algún milagro realizado por el actual gobernador, del tipo de convertir una herradura en una goma o pasto en nafta súper, lo que le hubiese valido la inmediata canonización a San Gustavo de los carreros, protector de la tracción a sangre, apareció José Gauffin para cortar con tanta dulzura.
“Esto de decir que no van a pagar más impuestos, me parece un acto demagógico y lo digo con toda honestidad, no se puede legislar por impulso”, tiró al pasar el representante de Cambiemos y generó la ira de sus compañeras del cuerpo que dieron por finalizado el espontáneo homenaje para defender la iniciativa acusada de demagógica, la cual igualmente fue aprobada por amplia mayoría.
PLan Mi Lote: estamos mal, pero vamos bien
Hablando de habilidad para convertir cosas, el gobernador salteño se embarcó en la tarea de convertir tierras nacionales en provinciales. Más precisamente 140 hectáreas que servirán para 2895 lotes en algún punto no determinado de la ciudad, aunque se sospecha podrían llegar a ser las pertenecientes al Ejército en la zona noroeste de la ciudad.
Alguna vez, hace un par de años atrás, la sola idea de ser utilizados esos terrenos para viviendas generó la reacción de un grupo de vecinos que en base a protestas y contactos dejaron sin efecto lo que denominaron como un atentado contra el pulmón verde de la ciudad, tal como calificaron a la cotizada Loma Balcón.
Ahora el Plan Mi Lote, ante la necesidad de contar justamente con algún lote que justifique su nombre, parece que avanzará infructuosamente en donde haya un espacio grande o pequeño apto para construir casas.
Sáenz conoce muy bien el mecanismo de donación de la Nación a Provincia, ya que en 2016 consiguió el traspaso de La Palúdica para hacer un museo del folclore, que nunca llegó a concretarse y que por el momento tuvo como consecuencia dejar un edificio huérfano a la espera de un alma caritativa que le meta una mano de pintura o por lo menos una cucharada de enduido, que maquille el franco deterioro en el que se encuentran las instalaciones cuya construcción se remonta a principios del siglo pasado.
En esa oportunidad Sáenz, para avanzar con el trámite de la aprobación en el Congreso, no recurrió a los legisladores nacionales salteños, sino que lo hizo mediante un proyecto presentado por la massista Graciela Camaño.
Ahora volvió anunciar el “per saltum” a sus comprovincianos y directamente el gobernador cursó el pedido al titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, al cual considera su referente, llave maestra para abrir puertas de oficinas porteñas y escudo ante cualquier kirchnerista que le quiera cobrar algún comentario desafortunado del pasado, y al que querrá retribuirle los favores ofrendándole por lo menos un diputado nacional por Salta en las próximas elecciones de octubre.