¿Terror jeroglífico? ¿misterio a orillas del Nilo? ¿The X-Files momificado? La serie egipcia Paranormal (Netflix) atrae tanto por su origen como en su factura final. Ambientada a fines de los ’60, tiene como protagonista a un científico, predestinado a convivir con lo sobrenatural. Por un lado, se destaca la obsesión del doctor Refaat Ismail (Ahmed Amin) con un hecho cruento que marcó su infancia. La muerte de una niña sirve para estructurar el relato, sin embargo, también aparece el viejo recurso del “monstruo de la semana”. Cada relato autoconclusivo (que toma como base leyendas egipcias de casas embrujadas o espectros) irá mellado el cientificismo del protagonista.
Este hematólogo, signado por la Ley de Murphy, y dueño de un extraño sentido del humor no está solo. Quien lo acompaña en sus investigaciones es Maggie (Razane Jammal), una escocesa y viejo amor del pasado que vuelve a la tierra de los faraones. La mujer se muestra menos escéptica que su flemático colega con los hechos extraños. Otro atractivo es la contraposición entre lo que cuenta el protagonista y lo que se ve en pantalla. En definitiva, Amin encarna un personaje entrañable y oscuro, por partes iguales, entre los súcubos que se aparecen en sueños y maldiciones de faraones.