El consumo promedio de carne vacuna en el primer trimestre fue de 58,4 kilos por habitante por año, un 3,5 por ciento más que en el mismo período del año pasado, informó ayer la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). Sin embargo, continúa siendo 1,3 por ciento inferior al registrado en igual lapso de 2015. A su vez, la producción de carne bovina trepó un 5,3 por ciento interanual en marzo, a cerca de 246.000 toneladas, a la par del crecimiento en la faena de animales y de la tasa de hembras enviadas al matadero, indicó Ciccra.

La entidad destacó que el número de ejemplares faenados en el tercer mes del año subió 6,4 por ciento contra el mismo mes del año previo, a alrededor de 1,1 millones de cabezas. Además, señaló que en el primer trimestre la tasa de hembras faenadas subió 1,8 puntos porcentuales con respecto al mismo período del 2016, llegando a 42,1 por ciento. 

La faena de hembras aumentó en mayor medida que la faena de machos y su participación en la faena total se mantuvo en torno a 43 por ciento. Las hembras son la variable de ajuste que sostiene el rodeo, por lo que su tasa de faena es vital para la conservación de los rodeos y es vigilada de cerca por el sector cárnico. El sector considera como necesaria una tasa máxima del 43 por ciento para sostener el nivel de existencias. Con respecto a las exportaciones, la cámara dijo que, de acuerdo al ente oficial de sanidad Senasa, en febrero los embarques de carne bovina cayeron por primera vez en seis meses de forma interanual, un 14,3 por ciento, acumulando 7794 toneladas. En tanto, al considerar el primer bimestre, los envíos al exterior de carne vacuna  resultaron 9 por ciento mayores a los registrados en el inicio de 2016, período en el cual el sector comenzó a recibir el precio pleno de los embarques, merced a la eliminación del “cepo” cambiario y de las retenciones a las exportaciones.