Maxi Kondratiuk, ex jugador de Gimnasia y Atlanta entre otros equipos del fútbol argentino, falleció en la madrugada del lunes, luego de luchar durante casi una década contra el Síndrome de Wilson, una rara enfermedad genética que impide al cuerpo eliminar el excedente de cobre y que lo había postrado en una silla de ruedas, además de no permitirle hablar.
Kondratiuk, de 36 años, había sido internado el viernes y su cuadro se agravó durante el fin de semana, lo que determinó su posterior fallecimiento. De inmediato, los clubes por donde había pasado -Gimnasia, San Martín de San Juan, Atlanta y Villa San Carlos, además de una breve experiencia en Italia-, lamentaron la noticia en las redes sociales.
El caso de Kondratiuk había conmovido al fútbol argentino hace unos años, ya que el jugador había sido diagnosticado de su enfermedad mientras desarrollaba su carrera, razón por la que debió abandonar su trayectoria para tratar de combatir la afección, una patología que afecta a una de 30.000 personas, que provoca que el cobre que el cuerpo no puede expulsar se deposite en el hígado, el cerebro, los riñones y los ojos, lo que genera que los órganos afectados dejen de funcionar con normalidad.
A pesar de la gravedad de su cuadro, Kondratiuk afrontó la desigual pelea con mucha entereza y se convirtió en un ejemplo de amor a la vida, cuando publicó el libro "Honrar la Vida", en el que contaba su lucha contra la enfermedad y que tuvo la presencia de Juan Sebastián Verón durante la presentación.
Desde que Kondratiuk fue diagnosticado del raro síndrome en 2011, su salud se fue deteriorando, lo que primero lo postró en una silla de ruedas y luego le impidió hablar con normalidad, lo que motivó que se comunicara a través de una computadora. A pesar de ello, en 2017 presentó su libro en la Feria del Libro, donde expuso un mensaje conmovedor. “Quiero transmitir que la gente entienda que se puede ser feliz a pesar de padecer una terrible enfermedad. Que la vida no pasa por quejarse. Yo jamás me quejo y sufro dolores las 24 horas del día hace siete años, sino por disfrutarla”, había dicho en aquella presentación. Hoy, el fútbol argentino llora su partida.