Para celebrar el arte hecho por mujeres y celebrarse a sí misma por cumplir 24 años de funcionamiento, la Fundación Proa reabrió sus puertas al público con la exposición Crear mundos, que incluye a más de cincuenta artistas (locales e internacionales) que han pasado ya por las salas de Proa durante el último cuarto de siglo. Las obras seleccionadas conforman una gran variedad de técnicas, materiales y formatos: dibujo, pintura, fotografía, collage, objeto, escultura, instalación, moda, diseño, video, performance, historieta y murales.

Con asesoría académica de María Laura Rosa, curaduría de Cecilia Jaime y Manuela Otero e investigación de Mayra Zolezzi, la muestra traza una suerte de recorrida artística, política e institucional, a través de cuatro capítulos, distribuidos cada uno en una sala: Materialidades, Espacio, Escritura-lenguaje y Cuerpo.

Según escribe María Laura Rosa, “Crear Mundos toma la premisa de la científica y filósofa Dona Haraway quien considera los desafíos que implican ensayar nuevas aproximaciones hacia los materiales con los que trabajamos en nuestro quehacer cotidiano para crear otras realidades y sociabilidades diferentes de las existentes. Consideramos que el arte juega un papel fundamental a la hora de mostrarnos distintas interpretaciones de lo real en donde la imaginación lleve a formas de contacto diversas entre las personas, expandiendo la construcción de conocimientos y la difusión de saberes. En síntesis, el arte es fundamental para la convivencia en la pluralidad”.

El primer núcleo, dedicado a la materialidad, no solo expande la mira sobre la materia de que se componen las obrs, sino que señala la disolución de frontera entre prácticas artesanales y artísticas, supuestamente “altas” o “bajas”, o realizadas con materiales “nobles” u “ordinarios”, entre aproximaciones “mayores” o “menores”, y así siguiendo. La obra clave de este capítulo que abre la exposición y se vuelve simbólica porque contiene la idea de mundo del título es la pieza Globe ("Globo", 2007), de la artista palestino británica Mona Hatoum, para quien el arte siempre es político. Las cuestiones de género, las migraciones, la violencia y la opresión, son temas recurrentes en su trabajo. Aquí exhibe una esfera-jaula-mundo, hecha con barras de acero, tan poética como contunente en su lapidaria concisión, en la economía de sus formas, en sus metáforas desnudas.

“La domesticidad –escribió el gran ensayista palestino Edward Said sobre la obra de Hatoum– se ve transformada en una serie de objetos amenazantes y radicalmente inhóspitos cuyo nuevo uso, presumiblemente no doméstico, está aún por definirse”.

En la sala dos, el núcleo dedicado al espacio muestra la ampliación del tema no sólo en términos conceptuales, sino también desde la perspectiva emocional y subjetiva, pasando de íntimo y privado a lo histórico y político. Según escribía Carl Schmitt, “no existen ideas políticas sin un espacio al cual sean referibles, ni espacios o principios espaciales a los que no correspondan ideas políticas” y en este sentido resulta elocuente la selección de obras incluida, de Ana Gallardo, Marina de Caro, Graciela Hasper, Jenny Holzer, Marcela Sinclair y Adriana Lestido, entre otras.

El tercer núcleo, dedicado a la articulación del lenguaje y la escritura, incluye los dibujos escriturarios de Mirta Demirsache, donde se cruzan dibujo y caligrafía, lenguaje y rumor; donde todo código sabido se puede alterar, transgredir, recrear. Cada obra genera una lengua propia que tango merodea el balbuceo como la complejidad.

En este mismo capítulo también hay una obra de Margarita Paksa, Pisa Fibonacci II (2009), en la que juega con los códigos de barra, la luz, la transparencia/opacidad del lenguaje y demás alternativas.

En el núcleo dedicado al cuerpo, las obras de Elba Bairon, Vanesa Beecroft, Ana Mendieta, Liliana Maresca y Aili Chen, entre otras, según apunta el texto de sala,“exploran distintas formas de representación para abordar problemáticas y deconstruir cuestiones relacionadas con la identidad, la femineidad, los géneros y sus propias subjetividades. En esta sala, el cuerpo es metáfora, soporte, herramienta y concepto”.

*En la Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929 (www.proa.org.ar), hasta fin de febrero.

Artistas incluidas y programa:

Las artistas incluidas en Crear mundos son: Eleanor Antin, Elba Bairon, Rosa Barga, Lenora de Barros, Vanessa Beecroft, Lous Bourgeois, Delia Cancela, Aili Chen, Nicola Costantino, Chicks de comics, Elena Dahn, Flavia Da Rin, Marina De Caro, Agnes Denes, Mirtha Dermisache, Nathalie Djurberg, Inés Drangosch, Ana Gallardo, Mónica Girón, Gabriela Golder, Sarah Grilo, Graciela Hasper, Mona Hatoum, Alicia Herrero, Jenny Holzer, Eva Kotátková, Adriana Lestido, Liliana Maresca, Julia Masvernat, Ana Mendieta, Guadalupe Miles, Mónica Millán, Marta Minujín, Shirin Neshat, Leticia Obeid, Margarita Paksa, Liliana Porter, Dalila Puzzovio, Tracey Rose, Mariela Scafati, Alejandra Seeber, Marcela Sinclair, Cecilia Szalkowicz, Rosermarie Trockel, Mariela Yeregui y Mini Zuccheri.

Se presenta un extenso programa virtual y presencial para profundizar sobre los contenidos de la exposición, a través de visitas guiadas con las artistas y las curadoras de la muestra, clases, videos, audioguías en Spotify, un ciclo de danza coordinado por Andrea Servera, una instalación de sitio específico de Gabriela Golder y Mariela Yeregui, y proyecciones afines a las temáticas abordadas.

La exhibición continúa en la vecina sede de Proa21 con un grupo de curadoras invitadas que ensayan una experiencia curatorial colectiva, creando un mundo para el debate, la escritura y la teatralidad.