Un nene de cinco años sufrió una fractura de cráneo tras caerse dentro del sótano de una cafetería, ubicada en el barrio de Saavedra, y permanece internado en Hospital Elizalde en grave estado. El hecho ocurrió durante la tarde del domingo, en el local Whoopies, donde el pequeño Máximo ingresó junto a sus padres para comprar unas donas.

De acuerdo al parte médico, el niño posee fractura occipital, lesiones encefálicas y permanece internado en terapia intensiva.

“Así estaba mi hijo hoy a la tarde y ahora esta así. Local Whoopies en Roque Pérez y García del Río. Tenían abierto el sótano y mi hijo cayó adentro. Tiene fractura de cráneo y está internado”, posteó su papá junto a una foto donde el pequeño posaba sonriente, seguida por una imagen de su hijo entubado en la cama de terapia intensiva del Hospital de Niños Pedro Elizalde.

El incidente ocurrió en cuestión de pocos minutos: mientras su papá estaba en el mostrador comprando unas donas, Máximo pidió ir al baño y, al salir, no advirtió que la tapa del sótano, que se encuentra en el centro del salón, estaba abierta, por lo que cayó aproximadamente unos dos metros por debajo del nivel del suelo.

“Él pisa en falso, se pega la pera en la punta y cae para adentro. Se cayó seco y tuve que bajar a buscarlo por las escaleras. Caminé una cuadra con él ensangrentado, me subí al auto y lo llevé al Pirovano, donde lo atendieron de maravilla”, relató Mariano, su papá, al sitio Saavedra Online. En ese hospital el niño recibió las primeras atenciones y luego fue trasladado al Elizalde, en el barrio porteño de Constitución.

Tras el hecho, la familia y vecinos denunciaron que el local siguió trabajando por la tarde y por la noche, como si nada hubiera ocurrido. Este lunes, luego de una protesta frente al negocio, decidieron no abrir. “El local no va a volver a abrir mientras mi hijo siga en terapia intensiva”, aseguró Mariano. Por su parte, el dueño de Whoopies Saavedra, Mariano Améndola, explicó que decidió permanecer abierto “por si volvía el padre para que los empleados tomaran contacto con él”. 

Según relató, “cuando el nene se abrió la cabeza, la encargada llamó a la ambulancia, pero el padre no quiso esperar y lo llevó directamente al hospital”. Y remarcó: “Como no era un cliente que estaba consumiendo en el lugar y no pagó con la tarjeta de crédito no sabíamos cómo ubicarlo hasta que un vecino nos facilitó el celular del papá, yo mismo lo llamé y me puse a su disposición. Fue un accidente desgraciado”.

Por estas horas, el fiscal a cargo de la causa, Matías de Sanctis, titular de la fiscalía penal y contravencional N° 7 de la Ciudad, calificó el hecho como lesiones graves culposas y hasta el momento no hay imputados. También, debido a que Améndola mantuvo el local abierto tras el hecho, Sanctis dispuso de una consigna policial en el lugar para evitar modificaciones o reformas y se espera mañana un informe de inspección a cargo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC).