"Luego de cuatro años de vaciamiento del Estado, el eje de Abogar es jerarquizar el rol del abogado que defiende y asesora el Estado nacional. Poner en valor y darle espacio propio a lo público", define en diálogo con Página/12, Guido Leonardo Croxatto, el director de la Escuela del Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado (ECAE). La institución está bajo la órbita de la Procuración del Tesoro de la Nación, y la definición gira en torno al nuevo programa de especialización en abogacía del Estado, Abogar. “Es un símbolo y un resultado de un trabajo arduo que nos hemos propuesto seguir: poner la excelencia académica y el rigor técnico al servicio de la abogacía pública, de los abogados y abogadas del Estado, que tienen a su cargo una tarea enorme, pero no siempre reconocida. El objetivo es jerarquizar la defensa del Estado Argentino, mejorar la forma en que se asesora, y sobre todo la forma en que se defiende al Estado. Porque sus intereses son ni más ni menos que los intereses de todos los argentinos“, observa Croxatto.
La nueva especialización que lanzó la ECAE reemplaza al anterior programa PROFAE, y está dirigido a todos los abogados y abogadas que hayan ingresado a los servicios jurídicos que conforman el Cuerpo de Abogados del Estado. También a aquellos que, sin integrar ese cuerpo, posean relación de empleo con el Estado Nacional. La escuela también reestableció una maestría en Abogacía Pública en convenio con la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), que había sido dada de baja durante la gestión anterior.
Dentro de la esfera de la Procuración del Tesoro, la ECAE es el espacio pedagógico y punto en común donde confluyen los distintos servicios jurídicos del Poder Ejecutivo para capacitarse y perfeccionar sus herramientas, en pos de articular una mejor defensa del Estado Nacional. De este modo, la ECAE se orienta a ofrecer capacitación y formación sostenida y actualizada, siempre detrás de un objetivo concreto: optimizar el servicio jurídico del Estado y la profesionalización de la gestión pública en general.
"Nos hemos propuesto como premisa la progresiva jerarquización de la ECAE y de la abogacía pública. No es casual que esta nueva especialización se llame Abogar: apuntamos a la tarea de abogar por los derechos de los demás, por la soberanía, el patrimonio, los recursos estratégicos y los recursos naturales del Estado", detalla Croxatto.
"Durante la gestión anterior se vació la escuela, así como tantos otros organismos estatales. Había muy poca formación para todos los abogados del Estado. Incluso, cuando llegamos al edificio ni siquiera había una placa en la puerta. Es un detalle que no es casual, porque ahí justamente se forman los y las abogadas que van a defender al Estado", destaca Croxatto. "La capacitación de las y los abogados que conforman el Cuerpo de Abogados del Estado y de quienes aspiran a integrar sus filas en el futuro es una prioridad para la Procuración del Tesoro de la Nación. Abogar no es solo gestionar intereses, es defender derechos, la lógica de la defensa trasciende a la lógica de la profesionalización empresaria del Estado, que muchas veces ha sido una pantalla para vaciar y hacer retroceder posiciones al Estado, desguasando lo público como sector, como concepto, y como idea".
"El programa anterior solo duraba un año. Además necesitaba algunas ampliaciones para poder cumplir plenamente con la normativa de las carreras y especializaciones de Estado", cuenta Croxatto. El Abogar dura un año y medio y la modalidad de cursada se propone virtual. La cursada comienza en marzo del año que viene.
Por otro lado, la ECAE también relanzó una maestría en Abogacía Pública en convenio con la Universidad de Tres de Febrero, que había sido dada de baja en el 2017 durante la gestión del macrismo. "Esta maestría encarna un proceso de recuperación y reconstrucción del Estado y de lo público. No se trata de una maestría que nace, sino de una maestría que vuelve. No es un dato menor, ni es solo un simbolismo. Esta maestría fue dada de baja como parte de un proceso económico, financiero, aunque también académico, político y cultural, donde lo público representaba y representa un estorbo, un costo, y los abogados que lo defienden, una molestia", analiza el director de la ECAE.
La maestría aspira a tener una modalidad bimodal. Esto significa que buscará combinar la presencialidad con la virtualidad de forma flexible, como una forma ya instalada en tiempos de pandemia, pero también para empezar a acortar distancias entre regiones, articulando un diálogo federal, apuntan los organizadores. El cupo es limitado a 65 vacantes por cohorte, y tiene una duración de dos años y medio. La inscripción es on line, a través del Sistema de Gestión Académica de la Procuración del Tesoro. También se puede consultar en [email protected].