La producción metalúrgica se contrajo un 5 por ciento interanual en el primer bimestre, a partir de una caída de 3,1 por ciento en enero y de 6,9 por ciento en febrero en relación al mismo período del año pasado. Al mismo tiempo, las importaciones del sector sujetas a las licencias no automáticas (LNA) crecieron un 9,2 por ciento y un 1 por ciento en las cantidades. El avance de las importaciones se explica por el desempeño de enero, ya que en febrero se registró una contracción de 13 por ciento en las cantidades. Los datos fueron difundidos por Adimra, que agrupa a las empresas del rubro. El nivel de empleo también presenta un deterioro anual.

La industria metalmecánica produce equipos para la producción manufacturera, la construcción, el complejo automotriz, la minería y la agricultura. En todos estos casos, la actividad depende del ritmo de la inversión privada en el sector industrial. Además, fabrica bienes de consumo durables como heladeras, cocinas, estufas, artefactos de iluminación, equipos de refrigeración y electrónicos, en donde la variable clave es el salario y los métodos de financiamiento del consumo. En el país hay cerca de 20 mil establecimientos metalúrgicos, distribuidos en la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Casi en su totalidad, se trata de pequeñas y medianas empresas de entre 10 y 20 personas en promedio. El sector representa casi el 20 por ciento del empleo industrial e implica más de 250 mil ocupados en forma directa. Es el corazón de la industria nacional y muestra el impacto de la política económica de Cambiemos en su primer año y pico de gestión.

El año pasado la caída del sector fue del 8,5 por ciento y la utilización de la capacidad instalada se redujo 9,8 por ciento hasta el 59,6 por ciento. El primer bimestre no cambió la tendencia: la merma fue del 5 por ciento y el nivel de utilización de la capacidad instalada se ubicó en el 52,6 por ciento en promedio. A nivel sectorial, en los dos primeros dos meses la producción de equipos y aparatos eléctricos cayó 13 por ciento, seguido de productos de metal    (-12,0), bienes de capital (-7,0) y fundición, con una merma del 7 por ciento. En cambio, autopartes avanzó un 2 por ciento, equipo médico lo hizo en un 5 por ciento y maquinaria agrícola, un 8 por ciento. El nivel de empleo se redujo en el primer bimestre 2,6 por ciento frente al mismo período del año anterior.

“Casi la mitad de los empresarios redujo su plantilla de personal en relación al primer bimestre de 2016, mientras que menos del 25 por ciento vio aumentada su cantidad de empleados ocupados. Además, se advierte un incremento del porcentaje de empresarios que afirmaron haber reducido la cantidad de horas extras, consolidando la tendencia iniciada en los últimos meses”, detalla el informe de la entidad metalúrgica.

A diferencia de la dinámica de la actividad, las importaciones sujetas a licencias no automáticas (LNA), es decir, aquellas cuyo ingreso genera daño en la industria local, mostraron un crecimiento del 1 por ciento en cantidades, a partir del avance en maquinaria y equipos (1 por ciento), equipamiento hospitalario e instrumentos de precisión y medición (45 por ciento) y transporte (9 por ciento). En cambio, bajó la importación, medida en cantidades, en metal y productos de metal (-7 por ciento), equipos de oficina, impresión e informática (-65 por ciento) y equipos eléctricos y electrónicos (-3 por ciento). A nivel de productos, los incrementos de importaciones más significativos se verificaron en transformadores eléctricos (525 por ciento), grupos electrógenos (311 por ciento), maquinaria vial (76 por ciento), equipos de ventilación (74 por ciento) y maquinaria para la industria alimenticia (54 por ciento).