Otro 9 de diciembre (el del '62) también se recuerda como una de las páginas doradas de la historia del Superclásico. Ese día Boca ganó 1-0, con un gol de Valentim, y se encaminó hacia el título local que consiguió una semana después.
Pero lo que más se recuerda es el penal que le atajó Antonio Roma a Delem, cerca del final del partido. Si el brasileño hubiera convertido el campeonato cambiaba de manos.
De los once que presentó Boca ese día murieron Roma, José María Silvero, Silvio Marzolini, Carmelo Simeone, Orlando Pecanha Carvalho, Héctor Pueblas, Norberto Menéndez y Paulo Valentim.
Antonio Ubaldo Rattin tiene 83 años, Miguel Hugo Pezzi 79, y Alberto Mario González también 79.
De los once de River murieron Amadeo Carrizo, Roque Ditro, Vladislao Cap, José Varacka y Lázaro Vladem Quevedo Ruiz (Delem).
Los que viven son Marcelo Echegaray (85 años), Alberto Sainz (83). Juan Carlos Sarmari (78), Martín Esteban Pando (86), Luis Artime (82) y Roberto Frojuelo (83).
El árbitro de aquel partido fue Carlos Nai Foino, también fallecido. Ese día, cuando le fueron a reclamar por el adelantamiento de Roma (dos metros por lo menos) hizo inmortal esta frase: “Penal bien pateado es gol”.