La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que se necesitan restricciones más estrictas para frenar el aumento de casos de coronavirus y pidió a la población de su país que reduzca al mínimo las actividades sociales. Al intervenir ante el pleno del Bundestag (el Parlamento) para defender los presupuestos del año que viene, Merkel reconoció que las restricciones son competencia de los estados federados, pero destacó que ella y el gobierno central tienen una "responsabilidad especial" frente a los festejos de Navidad que se aproximan.
Alemania informó este miércoles un récord de muertes por coronavirus al registrar 590 víctimas fatales y mantener una media de 20 mil nuevos casos diarios. La pandemia afecta sobre todo a las regiones gobernadas por la extrema derecha, que se convirtió en el máximo exponente del movimiento anticuarentena en el país europeo.
"Hay demasiado contacto entre las personas. Lo siento de verdad, pero pagar un precio diario de 590 muertos, desde mi punto de vista, no es algo aceptable", dijo la canciller en un discurso en el que se la pudo ver emocionada en distintos tramos.
Merkel consideró "justificadas" las propuestas de un grupo de expertos que impulsan el cierre entre Navidad y mediados de enero de todas las tiendas no alimentarias así como de los colegios. "Debemos hacer todo" para evitar "una progresión exponencial" del número de casos, insistió.
Por ahora los restaurantes, bares, instalaciones deportivas y de ocio están cerrados, así como los hoteles de turistas. Las escuelas y las tiendas no esenciales, en tanto, permanecen abiertas. Sin embargo, Merkel pidió a los gobiernos estatales que consideren cerrar las escuelas antes de Navidad.
"Si tenemos demasiados contactos los días antes de Navidad, y terminan siendo las últimas Navidades con nuestros abuelos, entonces habremos hecho algo mal", advirtió la canciller alemana.
Las declaraciones de Merkel se producen luego de que el centro nacional de control de enfermedades, el Instituto Robert Koch, informara el miércoles la muerte de 590 personas a causa del coronavirus. El instituto contabilizó 20.815 nuevos contagios, con lo que Alemania ya registra casi 1,22 millones de casos y 19.932 muertes por la pandemia.
Frente a este panorama, el país incrementa las medidas de prevención ya que los nuevos casos de coronavirus siguen siendo altos e incluso aumentaron a pesar del cierre parcial de actividades que empezó el dos de noviembre. Se espera que los cierres estrictos se extiendan hasta después de la Navidad.
Merkel reconoció ante el Parlamento alemán que las vacunas que se puedan distribuir en los tres primeros meses de 2021 no serán suficientes para suponer un "cambio significativo" a nivel epidémico en el país. Sin embargo, la canciller subrayó que si se puede empezar a vacunar a los grupos vulnerables y al personal sanitario a partir de los primeros días del año próximo "se habrá ganado mucho".
Las regiones más afectadas
Merkel siempre abogó por impulsar medidas sanitarias estrictas, pero en Alemania son los 16 gobiernos estatales del país los responsables de imponer y levantar restricciones. La canciller y los gobernadores se reúnen periódicamente para coordinar las medidas que se toman.
Algunos gobernadores estatales ya están adoptando medidas más estrictas. El estado oriental de Sajonia cerrará las escuelas y la mayoría de las tiendas desde el lunes hasta el diez de enero. Su vecino del sur, Bavaria, está introduciendo medidas como un toque de queda nocturno en las áreas más golpeadas, exigiendo más educación en el hogar y controles fronterizos más estrictos.
Pero las zonas más afectadas en Alemania por la segunda ola de la pandemia son los bastiones de la extrema derecha, opuesta a las restricciones y más permeable a las teorías conspirativas. La situación es especialmente alarmante en los estados de la ex República Democrática Alemana.
"Es sorprendente constatar que las regiones más afectadas son aquellas donde el voto de Alternativa para Alemania (AfD, partido de extrema derecha) fue más alto" en las últimas elecciones legislativas de 2017, aseguró el comisario del gobierno de los antiguos Estados federados del Este, Marco Wanderwitz.
Sajonia es el caso más emblemático. Tiene la tasa de incidencia más alta de Alemania, alcanzando 319,4 casos cada 100 mil habitantes, cuando el promedio federal se eleva a 114,2, según el instituto Robert Koch. Este estado puso a AfD a la cabeza en los comicios de 2017, dándole a la extrema derecha su mejor resultado federal en la historia.
En ciudades sajonas como Görlitz o Bautzen, donde las expresiones neonazis seducen a más de uno de cada cuatro electores, la tasa de incidencia se acerca a los 400 casos cada mil habitantes. A la inversa, en la primera ciudad del Estado, Leipzig, donde la izquierda va viento en popa, la tasa de incidencia es próxima a la media federal, con 140,1.
Entre los partidos alemanes, AfD es el único que hizo público su escepticismo e incluso su oposición a las restricciones. Sus diputados se mostraron reacios en el recinto del Parlamento a llevar mascarilla. Uno de ellos llegó a compararla con una "burka para todos". Además, el 56 por ciento de los electores de la AfD considera excesivas las medidas restrictivas, según una reciente encuesta de Forsa.