El sistema de diques MOSE, construido para proteger a Venecia de las fuertes lluvias, fue finalmente activado con éxito esta madrugada ante la previsión de nuevas subidas del agua y después haber fallado este martes, lo que provocó la inundación de la célebre plaza de San Marcos.
El llamado sistema MOSE, cuya construcción duró más de 15 años por los escándalos de corrupción y sobrecostos, no logró ponerse en funcionamiento el martes debido a que el pronóstico sobre el tiempo fue erróneo, ya que se calculó un aumento del nivel del agua de sólo 1,2 metros sobre el nivel del mar.
Los venecianos, acostumbrados desde hace siglos al fenómeno del "acqua alta", tuvieron que volver a usar las botas de goma y las pasarelas de madera para hacer frente a las inundaciones que alcanzaron 1,37 metros sobre el nivel del mar, por lo que la plaza de San Marcos quedó cubierta por las aguas tras las fuertes lluvias registradas en toda la península.
Las barreras submarinas que se elevan para cerrar las tres salidas de la laguna veneciana a mar abierto, Malamocco, Lido y Chioggia, fueron levantadas a raíz de una previsión de la marea para hoy de 123 cm, y tras el precedente del martes, cuando un anómalo reforzamiento del viento provocó un episodio de "agua alta" hasta los 138 cm, superior al previsto, sin que entraran en funcionamiento los diques.
El propio alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, se había quejado de que no se activara el MOSE, mientras la plaza de San Marco y el centro histórico quedaban parcialmente inundados. En la misma línea, varios comerciantes del centro histórico protestaron por la decisión de no haber alzado las barreras pese a las previsiones.
"En las próximas horas se esperan otros picos de agua alta. Estamos trabajando con el Comisionado Spitz para que el MOSE entre en funcionamiento esta noche con la marea mínima, alrededor de las 00.40", expresó Brugnaro el martes por la tarde.
"Lo único positivo de ayer es que puede ser una dura lección útil para el futuro, porque se ha demostrado que las previsiones de mareas, con los instrumentos actuales, no son fiables y que por tanto el rango en centímetros para la apertura del MOSE al menos debe ampliarse respecto a la de 120/130 cm de agua alta", explicó Carlo Alberto Tesserin, procurador de San Marco.
“Cada vez que crece el agua me preguntan cuántos daños sufrió la Basílica pero es algo incalculable dada la frecuencia de mareas altas de los últimos años", manifestó, y agregó que "antes, una vez que se lavaban los suelos, mosaicos y mármoles con agua dulce, en uno o dos días se volvía a la normalidad".
Sobre este punto, aclaró que "ahora, en cambio, todo está lleno de sal que, con cada agua alta, además de no ser lavable, por la contaminación alcanza mayores alturas... y hace que se desmorone todo".
La ambiciosa obra de ingeniería MOSE, con 78 compuertas, se puede elevar en 30 minutos y luego desaparecer completamente bajo el agua cuando no está activada, siendo una estructura única en el mundo, con un costo de 5.500 millones de euros.
En noviembre del año pasado, Venecia sufrió una de sus peores aguas altas, con unos niveles "excepcionales" solo superados por la catástrofe de 1966.