Agustín Mario
Universidad Nacional de Moreno
A partir del estudio de la estrategia para luchar contra la pobreza en Argentina entre 2003 y 2015, este trabajo aborda la idea de colocar al Estado como Empleador de Última Instancia (ELR, por su sigla en inglés). Si bien la literatura económica tradicional ha puesto en duda la viabilidad económica de un programa de esta naturaleza por su costo fiscal y porque aún si se pudiera pagar –o si se financiase mediante un déficit fiscal–, un programa ELR sería inflacionario, el autor realiza un minucioso abordaje sobre las fortalezas y debilidades de una iniciativa de este tipo. Con sustento en esos análisis, Mario propone como alternativa beneficios de una garantía de empleo que podría lograrse a través de un Programa de Empleador de Última Instancia, brindando un aporte sustancial, desde el enfoque de la Teoría del Dinero Moderno. El autor sostiene que la lucha contra la pobreza desplegada en ese período se apoyó en dos ejes centrales: por un lado, la significativa expansión de la seguridad social, y por el otro, en las tradicionales políticas “keynesianas” de estímulo a la demanda agregada, con un resultado exitoso que se evidenció en el comportamiento declinante de la tasa de desempleo.