El 10 de diciembre de 1983, hace ya 37 años, se restituyó la democracia en la Argentina, democracia que había sido arrebatada por gobiernos de facto de las formas más sangrientas y perversas que se puedan imaginar.
Desde que comenzamos a caminar por la plaza, a cada paso, con cada reclamo, fuimos construyendo el NUNCA MÁS, hace 37 años esa plegaria comenzaba a transformarse en denuncia y un año más tarde sería la conclusión del informe de la Conadep.
Largo fue el camino, muchas las lágrimas pero también muchos los abrazos, siempre interminables, siempre fraternales.
En el ámbito nacional esta fecha representa el Día de la Democracia desde el año 2007, mientras que en el plano internacional es el Día de los Derechos Humanos debido a desde el año 1948 la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos del Hombre que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Parece mentira pero aun hoy en el 2020 algunos no la tienen muy presente o bien miran para un costado.
Por eso, la democracia tenemos que defenderla todos los días, y la mejor forma de defenderla es militar el respeto por eso derechos inalienables, en todos los lugares del mundo, todos los días, sin tenerle miedo a la palabra militancia, porque justamente de esto se trata.
Así que con mucha alegría festejamos este día, porque no hay democracia posible sin respeto por los derechos humanos.