Desde Santa Fe
Una llamada de Omar Perotti fue la que desarticuló otro operativo en el Senado, donde los doce senadores del PJ acordaron no sacar ningún comunicado sobre la situación de su jefe de bancada, Armando Traferri, pero después los alineados con éste rompieron el acuerdo y publicaron un supuesto apoyo “unánime” al legislador que está citado a declarar hoy en la causa que llevó a la cárcel a los ex fiscales de Rosario Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad. Cuando ese texto comenzó a circular en los medios, el gobernador le preguntó a uno de los senadores más cercanos por ese planteo corporativo que hasta podía interpretarse como una presión política a los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra que citaron a Traferri. Le explicaron cómo habían sucedido los hechos. Y así, salió el segundo comunicado, casi a la medianoche del miércoles, en el que cinco senadores del PJ desmintieron a los amigos de Traferri y reclamaron “respetar la institucionalidad, sin politizar la justicia, ni judicializar la política”.
La jornada del miércoles fue tensa en el Senado. Al mediodía, el secretario de bloque del PJ –que es muy amigo de Traferri- avisó por el grupo de whatsaap de los senadores que la reunión de los doce era a las 18.30. “Buenísimo. ¡Vamos a ver quiénes se la aguantan!”, contestó uno de los convocados, casi como un desafío.
La vicegobernadora Alejandra Rodenas se sumó al debate y explicó que Traferri había sido convocado por los fiscales Edery y Schiappa Pietra a una “audiencia de conocimiento”, como la llamó y después repitieron algunos senadores. La cédula judicial que el propio senador distribuyó en el Senado, anuncia que lo citaron para “hacerle saber el hecho y las evidencias en su contra”, ”prestar declaración si así lo deseare” y “pueda ejercer el derecho a brindar las explicaciones y pruebas que quiera proporcionar” en la causa.
Después de varias horas, los senadores que responden a Traferri y los “leales al peronismo” -como se definen los cercanos a Perotti- llegaron a un acuerdo de tres puntos: 1) No sacar ningún comunicado sobre la situación de Traferri. 2) Postergar el debate político sobre la unidad del bloque. 3) Sesionar el miércoles 16 (para aprobar la ley impositiva de 2021 que el Poder Ejecutivo incluyó en la agenda de extraordinarias) y el jueves 17.
El primer punto del acuerdo se rompió en minutos. Apenas comenzó a circular en la prensa el anuncio "los doce senadores del PJ respaldaron a Traferri como jefe de bloque" y "apoyaron en forma unánime su decisión de presentarse a la Justicia para aclarar su situación ante las acusaciones vertidas por el ex fiscal Ponce Asahad, actualmente detenido”, “en la reunión de bloque, también se acordó aprobar la media sanción de la ley tributaria y llamar a sesión especial el miércoles y jueves” próximos y “al ratificar a Traferri como jefe del bloque, los legisladores instaron a que la investigación garantice el debido proceso y se respete el principio de inocencia. También respaldaron a la vicegobernadora Rodenas, quien fue aludida por Ponce Asahad en una causa en la cual el propio fiscal Matías Edery declaró que no tenía vinculación”.
Cuando Perotti se anotició del planteo, llamó a un senador de confianza y le pidió explicaciones. Casi a la medianoche salió el segundo comunicado que desmintió al anterior. Es una “aclaración” de los senadores Alcides Calvo, Marcos Castelló, Ricardo Kauffman, Eduardo Rosconi y Marcelo Lewandowski, quienes explicaron que en la reunión de bloque “se decidió no emitir comunicado alguno” y “se acordó postergar el debate político sobre la unidad, habida cuenta del momento que se vive”.
Los cinco legisladores “acompañan el derecho a defensa del senador Traferri, sin condenar mediáticamente a ningún ciudadano antes de esta posibilidad”. Pero también pidieron “respetar la institucionalidad, sin politizar la justicia ni judicializar la política”.
“El comunicado conjunto de los senadores peronistas no era para nada conjunto, sino un operativo de Traferri al que se sumó Rodenas”, dijo una fuente de la Casa Gris.