"Creo que me esforcé demasiado para perder peso rápidamente y probablemente no me estaba cuidando." Con estas palabras, el actor George Clooney resumió la situación que le tocó vivir en su más reciente producción: debió adelgazar 12 kilos para su última película y terminó internado por una pancreatitis.
La estrella de Hollywood contó su odisea respecto de Cielo de medianoche, película que podrá verse por Netflix. En el film interpreta a un científico que queda atrapado en el Ártico luego de sobrevivir a una catástrofe mundial.
En una entrevista al Daily Mirror, Clooney contó la experiencia de una producción que también lo tuvo detrás de cámara como director. Los dolores abdominales lo llevaron a un hospital y allí se encontró con el diagnóstico que acaba de divulgar, superada la experiencia.
El actor de la saga de Ocean's Eleven narró que “me llevó unas semanas recuperarme y como director no fue fácil, porque necesitas tener energía”. El actor de 59 años afrontó grandes cambios físicos. “Me dejé una barba grande y fea”, lo cual derivó en una pequeña historia familiar: “A mi hijo le encantaba porque escondía cosas en ella”. Sin embargo, "mi esposa e hija se mostraron muy felices cuando terminó porque era muy difícil encontrar una cara debajo de todo ese lío”.
Acerca del rodaje, el ganador del Oscar dijo que parte de la filmación “se realizó en un glaciar en Finlandia, lo que hizo que el trabajo fuera mucho más difícil. Pero ciertamente ayudó con el personaje... Fue divertido”.
Clooney fue noticia hace pocas semanas al confirmar que en 2013 le regaló un millón de dólares a cada uno de sus mejores 14 amigos. A partir del 23 de diciembre podrá verse la película que llevó al actor al hospital por la inflamación de su pancreas.