Con muñecos de bebés crucificados, misas rodeadas de un "cementerio de los inocentes" e imágenes de fetos ensangrentados, los militantes en contra del derecho al aborto legal, seguro y gratuito se manifestaron este jueves frente al Congreso de la Nación en el marco del debate de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En comparación con la movilización verde, la convocatoria fue escasa y los pañuelos celestes reclamaron con una fuerte impronta religiosa que los diputados y diputadas no legalicen lo que consideran un "genocidio".
"Religión o muerte". En letras blancas sobre fondo negro, y con una calavera en el centro, eso se leía en una bandera colgada en un farol de la Plaza Congreso, a pesar de que en el escenario montado sobre la esquina de las avenidas Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen el acto central de la organización denominada "Unidad Provida" --que reúne cerca de 150 agrupaciones celestes de todo el país-- era iniciado por un presentador que aseguraba "somos un pueblo de paz, provida, profamilia".
Pasadas las 17 horas del jueves, por el costado de la bandera, una mujer se dirigía de rodillas, con una estatuilla de la Virgen María en una mano y un muñeco de bebé crucificado en la otra, hacia el acto que comenzaba con el video de una ecografía en las pantallas. Previamente, la misma mujer había recibido el vino y la hostia en el marco de una pequeña misa montada sobre el césped de la plaza, donde también se había clavado una serie de cruces que representaban el "cementerio de los inocentes".
Allí, con cerca de cincuenta fieles a su alrededor, el cura daba su sermón: "Como católicos no podemos dejarnos avasallar por estos ignorantes", decía y señalaba al Congreso donde los diputados y diputadas ya debatían el proyecto de IVE desde la mañana. Además, el hombre agregaba que "si los católicos tenemos que morir como lo hizo Cristo en la cruz, lo vamos a hacer", para evitar ser "cómplices de este genocidio".
La palabra "genocidio" recorrió toda la convocatoria de los pañuelos celestes. Además de los presentadores del acto, que repitieron esta idea durante toda la tarde, alrededor del escenario se podían ver banderas que decían "aborto = genocidio" o "a todo genocida le llega su Nuremberg". Consultado por este diario acerca de esa comparación, Germán Villagra, que llegó al Congreso desde el sur del conurbano bonaerense, señaló que "es así porque matan un montón de personas, y además lo hacen antes de que nazcan, sin que puedan decidir, lo cual es mucho más grave".
"Política de la muerte y descarte", así definió concretamente a la IVE una de las presentadoras del acto. Detrás de ella, un gran cartel celeste y blanco mostraba el hashtag que acompañó la convocatoria: "#LaMayoríaCeleste", idea reforzada por la presentadora, quien señaló que "todas las provincias son celestes".
Sin embargo, lo concreto es que al momento del inicio del acto la concentración celeste no llegaba ni a la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís, menos de una cuadra, mientras que por Rivadavia solo se mantenía un pequeño grupo del Partido Celeste, que realizó un acto previo al de Unidad Provida.
Del otro lado del cordón policial, sobre las avenidas Rivadavia y Callao, la marea verde ya colmaba varias cuadras para desmentir los dichos de la diputada del PRO Dina Rezinovsky, quien dentro del recinto había afirmado horas atrás que la marea era "un simple charquito".
Delante de un cartel con la imagen de un feto ensangrentado y otro con la frase "todos los que están a favor del aborto nacieron", que colgaban en las rejas de la plaza, Jéssica Gil, con pañuelo celeste en la muñeca, aseguró a este diario que "puede ser que podría haber venido un poco más de gente, pero en otras marchas fuimos muchos más", y remarcó así que "los diputados tienen que escuchar porque todo el país es celeste".
Al mismo tiempo, en el escenario la presentadora se encargaba de tranquilizar a los manifestantes diciéndoles que aunque "la cosa está jodida" y "más allá del resultado final, esto no se cocina hoy, también tiene que pasar por el Senado". Minutos después subió al escenario la diputada por Santa Fe Vanesa Massetani, quien ya había adelantado su voto en contra del derecho al aborto, y pidió al público que se mantuviera allí hasta el momento de la votación para "defender los derechos de los más vulnerables".
Cerca de las 19 horas hizo su aparición en escena Nair García, cantante que dedicó un tema a los diputados y otro a quienes "están del otro lado", este último titulado "Soltá el pañuelo verde". Entre otras cosas, las canciones contenían frases como "se crían con dos padres, se crían con dos madres, eso no es una familia", o "esto no es revolución, esto es la muerte". Para cerrar su presentación, García se despidió al grito de "Jesús, camino, verdad y vida".
Alrededor de las 20 horas, comenzó a sonar el himno nacional, mientras una gran cruz todavía se mantenía al costado del "cementerio de los inocentes" y una bandera argentina con un feto en el lugar del sol flameaba frente al Congreso. Desde el otro lado de la plaza continuaba llegando el reclamo de la marea verde por "aborto legal en el hospital".
También contra la ESI
"No a la ideología de género en la educación", "Con mis hijos no te metas", "Con la ideología de género la familia no es más familia". Con esas consignas que colgaban en banderas alrededor del escenario principal, los pañuelos celestes marcaron su rechazo al derecho a la Educación Sexual Integral (ESI), en paralelo al del aborto legal, seguro y gratuito.
En relación al artículo del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que establece que el Estado "tiene la responsabilidad de implementar la Ley número 26.150 de Educación Sexual Integral, estableciendo políticas activas para la promoción y el fortalecimiento de la salud sexual y reproductiva de toda la población", desde el escenario, la presentadora del acto de Unidad Provida señaló que "también en este proyecto nos quieren meter la educación sexual", lo que consideró "un atropello".
Consultado por este diario sobre la "ideología de género", Agustín, un joven que cargaba un cartel en rechazo a esta ideología, sostuvo que, a través de ella, "las mujeres creen que pueden hacer lo que quieren, como en este caso, donde se justifican aberraciones como el asesinato del niño por nacer". Además, el joven dijo que en los colegios del país no se deberían dictar contenidos de la ESI, a los que calificó de "adoctrinadores", sino que "se debería dejar que cada uno piense lo que quiera".