Desde Santa Fe
Omar Perotti vetó ayer las dos leyes anti Sain –aunque el ministro de Seguridad las llama anti Perotti- sancionadas en 20 minutos y sobre tablas en las dos Cámaras, por el bloque de Miguel Lifschitz y los senadores del PJ que responden a Armando Traferri. Es un veto total en ambos casos que el gobernador no incluirá en la agenda de sesiones extraordinarias, así que el asunto pasará para después del 1º de mayo. Una eternidad ante la situación de la Legislatura. La ley 14.016 la impulsó el ex ministro de Gobierno Pablo Farías, modifica el régimen de incompatibilidades en el Ministerio Público de la Acusación, pero el objetivo es que Sain no pueda volver a su cargo de director del Organismo de Investigaciones que ganó por concurso. La ley 14.013 es la de Traferri, regula la rendición de cuentas de gastos reservados en investigaciones de crímenes complejos, que Perotti vetó porque podría obstaculizar las pesquisas. “No es oportuno ni conveniente, en el marco de la situación pública que ha derivado en investigaciones en trámite en sede judicial, consagrar modificaciones legislativas” que “permitirían revelar públicamente el destino de fondos e incluso la identidad de personas que hubieran, con su intervención o testimonio, favorecido el esclarecimiento de causas judiciales o condicionar a quienes puedan asumir ese rol” en el futuro, dice el decreto del gobernador.
Perotti maduró los vetos desde que se sancionaron ambas leyes, el 19 de noviembre. La que impulsó Farías con la firma de los jefes de bloque del Frente Progresista: el ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, el radical Fabián Palo Oliver y el socialista Joaquín Blanco. Y la de Traferri. La sanción fue en simultáneo. Mientras Diputados aprobaba una, el Senado votaba la otra. Los expedientes se cruzaron en el pasillo, en un trámite exprés de 20 minutos. Farías había presentado su proyecto el lunes 16 y a los tres días ya era ley, la 14.016. “Una norma que claramente busca amordazar y condicionar la gestión del ministro Sain”, dijo el diputado Leandro Busatto, el único legislador del PJ que se hizo escuchar en el recinto. Las dos leyes salieron con amplia mayoría y la abstención de nueve diputados (los siete del PJ, más Rubén Giustiniani y Agustina Donnet) y cuatro senadores peronistas cercanos a Perotti.
Fuentes del gabinete revelaron a Rosario/12 que la primera ley que Perotti decidió vetar fue la que impulsaron los ex ministros de Lifschitz “para forzar la renuncia de Sain o que éste no pueda volver a su cargo de director del Organismo de Investigaciones”. En los principales despachos de la Casa Gris circula una lista de medio centenar de ex funcionarios socialistas que pasaron al Poder Judicial en los últimos años. El primero en la página es el ex viceministro de Seguridad Matías Drivet, que era número dos de Raúl Lamberto -incluso en la Defensoría del Pueblo- y hoy es juez de Cámara en Rafaela.
Sain está de licencia en la dirección del Organismo de Investigaciones porque es ministro. La ley 14.016 que vetó Perotti establece que “transcurridos 90 días de ausencia” del funcionario en aquel cargo “se deberá llamar a concurso para cubrirlo, produciéndose una cesantía de hecho”, advirtió el gobernador. Es “lisa y llanamente una cesantía automática por mero transcurso del tiempo” que vulnera el “derecho a la estabilidad en un cargo público”. Aplicar esta ley –explicó el mandatario- afectará “derechos adquiridos”, con la “consecuente inconstitucionalidad de la norma”.
Después, Perotti tomó la decisión de vetar la otra ley -14.013- que impulsó Traferri. El gobernador ya había propuesto transparentar el manejo de los fondos reservados, incluso con participación de la Legislatura, en un capítulo de la ley de Emergencia que bocharon los senadores de Traferri y luego el bloque de Lifschitz mandó al archivo, el 30 de diciembre de 2019.
En el veto, Perotti dijo que el sistema que propuso Traferri –entre otras cosas- choca el Programa de Protección de Testigos y Víctimas porque “vulnera” los principios de “celeridad” y “confidencialidad” para la “asistencia inmediata y efectiva” de personas amparadas y contradice “el espíritu de la ley que tuvo en miras el legislador al sancionar esa norma”.
“La intervención y facultades otorgadas al Tribunal de Cuentas y a una comisión bicameral de control de fondos reservados” tampoco es armónica con el Código Procesal Penal. “No tuvo en cuenta el artículo 258, que dispone: 'Los actos de la investigación y su documentación serán secretos para quienes no sean parte en el procedimiento o no tuvieran expresa autorización para conocerlos' -vulnerando de esta manera" la ley, ya que las actividades de control y seguimiento de los gastos suponen necesariamente el acceso a dichos actos reservados expresamente a fin de evitar el entorpecimiento probatorio o cualquier otro riesgo procesal que afecte la tarea investigativa o la integridad psicofísica de los testigos y/o víctimas del suceso”.
“No es oportuno ni conveniente, en el marco de la situación pública que ha derivado en investigaciones en trámite en sede judicial, consagrar modificaciones legislativas que permitirían revelar públicamente -transcurrido apenas un año-, el destino de fondos e incluso la identidad de personas que hubieran, con su intervención o testimonio, favorecido el esclarecimiento de causas judiciales; o condicionar a quienes puedan asumir ese rol”, planteó Perotti.
El gobernador mandó a la Legislatura los dos vetos, pero el expediente incluye los dictámenes del ministro de Seguridad. Uno de ellos reveló que la ley Farías no tiene antecedentes en el país. “La ansiedad y premura de los legisladores que sancionaron sobre tablas la presente ley, indudablemente les impidió un análisis serio y responsable de las severas inconsistencias normativas e institucionales del texto sancionado. Ni siquiera repararon en que no existe antecedente alguno en otras provincias que consagre mecanismos de designación, suspensión y remoción de funcionarios encargados de las policías judiciales u organismos de investigación, con semejante intromisión e injerencia de las Legislaturas”, expresó.