En medio del paro docente convocado por las cinco confederaciones gremiales nacionales en respuesta a la brutal represión que sufrieron los maestros el domingo por la noche cuando intentaban instalar una escuela itinerante, desde la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) advirtieron que el Gobierno “decidió cruzar una frontera muy peligrosa” al dar la orden de reprimir.
“Lo que pasó el domingo fue muy grave. Desde la vuelta de la democracia a la fecha, salvo el asesinato de Fuentealba, a la Ctera nunca le había tocado una represión como esta. Esto no puede pasar por alto como un hecho menor, el Gobierno decidió cruzar una frontera muy peligrosa que antes ya la había traspasado éticamente no convocando a la paritaria y no cumpliendo con el fallo judicial”, afirmó Sonia Alesso, secretaria general de Ctera, en declaraciones a Radio 10.
Para la dirigente, también es grave que la discusión posterior a la represión que dieron los funcionarios y medios girara en torno a un hecho administrativo. “Cualquier papel, cualquier trámite” que falta “no exime empezar una represión sin mediar palabra”, aseguró la maestra.
Alesso también informó que el defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, presentará este martes una denuncia para que las autoridades porteñas explique quién dio la orden de reprimir. Los maestros relataron que los policías dijeron que la orden de reprimir “vino de la Casa Rosada” cuando la Ciudad es autónoma y la policía responde al gobierno local. La dirigente gremial también contó que el 17 de este mes vendrán a brindar apoyo a los docentes representantes de sindicatos europeos, norteamericanos y de América Latina.
“El domingo la racionalidad la pusimos los docentes, si no nos hubiéramos retirado para salvaguardarnos la represión hubiera sido más grave”, sostuvo Alesso, para quien luego del brutal operativo policial las autoridades y medios intentaron desviar el debate “diciendo que los detenidos no eran maestros, remarcando quiénes eran dirigentes y quiénes no. No podemos estar avalando ese nivel de debate”, afirmó la dirigente.
Según la versión del Gobierno porteño, los efectivos avanzaron sobre los maestros para impedir que armaran una estructura que sería una escuela itinerante. El problema supuestamente era que faltaba un papel. “Espero que hoy que ya tenemos todos los papeles nos dejen armar la escuelita, hasta ahora no nos dieron la autorización”, especificó Alesso.