“Micaela no hacia caridad se metía en el barrio, le llevaba una taza de leche a los chicos o hacía alguna actividad, pero ella era mucho más que eso. Ella quería cambiar el sistema político y cambiar las condiciones para que a ese nene no haya que llevarle más una taza de leche”, así la recordó Néstor García, su padre, tras el velatorio realizado en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, para despedir los restos de la joven abusada sexualmente y estrangulada hace una semana en Gualeguay.
El Indio Solari se comunicó con la familia y la madre de Micaela le pidió un favor: que cantara una parte de Juguetes Perdidos.
Conmovido, García sostuvo que estaba “dolido pero firme” y que él y su mujer, la madre de Micaela, lucharán para cumplir el sueño de su hijo. “No quiero venganza, no quiero justicia por mano propia y no quiero que el Estado crea que tiene que salir a reprimir por esto. Se tienen que encargar las instituciones y si no nos gustan, cambiemos los mecanismos”, afirmó el padre mientras el recuerdo de Micaela se fundía con sus convicciones.
“Ella luchaba para que ese nene pudiera elegir, porque el tipo que está en el fondo de la fila no puede decidir. Y eso no es una simple militancia. Ella se formaba y decía que no le iban a comprar las ideas con plata”, contó García y recordó el día en que Micaela fue a hablar con el intendente de Concepción del Uruguay por un proyecto comunitario. “A mí acá todos me conocen, me dicen el Yuyo. Parece que el intendente cuando la vio a Mica la reconoció y le dijo ‘Ah, vos sos la hija del Yuyo’. Mica vino embroncada a casa y me dijo: ‘Te prometo que algún día a vos te van a reconocer como el papá de Micaela”, recordó García con una sonrisa acongojada.
“Micaela es nuestro orgullo; yo, su mamá y sus amigos de militancia, todos vamos a involucrarnos para conseguir sus sueño”, dijo finalmente el padre. La joven será cremada y sus cenizas esparcidas en Villa Margarita, el barrio pobre donde Micaela militaba.
El cuerpo de Micaela fue encontrado el sábado 8 tras una semana de intensa búsqueda. La noche anterior la policía había detenido a Sebastián Wagner, principal sospechoso, que confesó el crimen e indicó el lugar donde había dejado el cuerpo de la joven, donde finalmente fue hallado el cadáver. El sábado anterior, Micaela había ido a bailar al boliche King de Gualeguay y, según se pudo ver en las cámaras de seguridad de la zona, Wagner la siguió con su auto hasta interceptarla. Wagner tenía una condena de nueve años de prisión por dos violaciones que había perpetrado anteriormente -también a jóvenes estudiantes- y estaba en libertad condicional.