Un equipo de arqueólogos mexicanos descubrieron en Ciudad de México una torre de cráneos humanos construida durante el período azteca que posee unas 119 calaveras. Estas se suman a las 484 identificadas hace cinco años, cuando fue descubierto "Huei Tzompantil", una plataforma construida entre 1486 y 1502 en honor al dios de la guerra Huitzilopochtli en la antigua Tenochtitlan, capital del imperio azteca sobre la que se construyó la capital mexicana. 

Este nuevo yacimiento fue detectado a varios metros de profundidad. Los investigadores creen que podría pertenecer al costado este y la fachada externa del Huei Tzompantil, que tiene 4,7 metros de diámetro, de acuerdo a las estimaciones. “En la sección este de la torre se han visualizado, superficialmente, 119 cráneos humanos,  que se suman a los 484 identificados anteriormente”, celebró en un comunicado la secretaría de Cultura y el Instituto de Antropología de México.

Todo comenzó en agosto de 2015, cuando se localizaron los primeros vestigios de la parte noroeste de la estructura en los trabajos arqueológicos donde se erigía el Templo Mayor de Tenochtitlán. Se cree que hay otras seis construcciones similares en la ciudad, aún no descubiertas.

En un video distribuido por las autoridades se observan numerosos cráneos fragmentados colocados en forma circular, unidos por piedra y tierra, e incluso se alcanza a distinguir los detalles de algunas calaveras.

La mayoría de los cráneos corresponden a hombres, aunque también se identificaron algunos femeninos y al menos tres de niños en esta cara este. Los expertos atribuyen la destrucción de las calaveras a las acciones de los españoles y sus aliados durante la captura de la ciudad.

El “Tzompantli es, sin duda, uno de los hallazgos arqueológicos más impactantes de los últimos años en nuestro país, porque es un importante testimonio del poderío y grandeza que alcanzó México-Tenochtitlan”, destacó la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.

Según los especialistas, se trata de “un edificio de vida más que de muerte” ya que en Mesoamérica este tipo de rituales con seres humanos era una forma de mantener con vida a los dioses y bregar por la continuidad de la existencia. Sin embargo, reconocen que también “era una declaración de poder y principios bélicos”, ya que se cree que algunos cráneos eran de guerreros enemigos y que el Tzompantli era mostrado a los rivales del imperio azteca como forma de advertencia.

La Gran Tenochtitlán fue fundada hacia 1325 por los aztecas, quienes dominaron a numerosos pueblos prehispánicos hasta que en 1521 cayeron ante los conquistadores españoles, quienes destruyeron la mayor parte de la última etapa en construcción del muro de cráneos.

Debajo de la Catedral Metropolitana se encuentran restos del Templo Mayor y de la cancha del juego de pelota, puntos regularmente visitados por el turismo internacional.