Ricardo Alfonsín se mostró crítico de la gestión de gobierno de Mauricio Macri. El diputado nacional del radicalismo manifestó sus diferencias, al tiempo que exigió un mayor protagonismo de su partido en las decisiones oficiales. “Cambiemos es un frente plural y se deberían oír todas las voces antes de tomar decisiones”, aseguró.

En diálogo con el programa Una Nueva Aventura, en la AM750, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín afirmó que "a pesar de que nosotros conformamos un frente de fuerzas distintas, no tuvimos un acuerdo programático, un error difícil de explicar, que se podría haber subsanado creando un mecanismo para que cada uno hiciera oír su voz, pero lamentablemente mi partido no reclamó", y fue tajante al decir que “si nos hubieran consultado a los radicales, hay cosas que no se hacían o se hacían distinto, como el aumento de las tarifas o el nombramiento de jueces en la Corte Suprema”. Recordó que, así como hay leyes en el Congreso, también hay “reuniones de anoticiamiento, en las que apenas se informa qué decisiones se tomaron, cosas de mesa chica los martes. Me preocupa, no tanto por la UCR, sino por los ciudadanos”.

Alfonsín, además, planteó sus diferencias con Ernesto Sanz. “Con él siempre nos hemos tenido respeto, pero no somos amigos. No tiene ninguna representación institucional, está más cerca del PRO que de la UCR. No lo veo mal, porque sirve como nexo”.

De cara a las próximas elecciones reclamó que Cambiemos dirima sus candidaturas en las PASO. Lo fundamentó diciendo que  “hay un sector de centroizquierda que nos votó en 2015. Hay que permitirle al votante de Cambiemos que elija a qué sector fortalecer: si a los liberales del PRO, si a los republicanos de la Coalición Cívica o a la fracción de izquierda que representa el radicalismo”. Sin embargo reconoció que "la conducción es proclive a que haya una sola lista”.

Alfonsín también se refirió a la represión contra los docentes el domingo pasado. “La fuerza es el último elemento a usar. Acá no había gente cortando una calle o quemando un edificio. No se justifica, y es una mala señal, damos a entender que así vamos a tratar la protesta social. Falta capacidad empática en el Gobierno. El contexto es difícil, hay mucha pobreza, muchos problemas, ¿qué pretenden, que no haya protestas?”, se preguntó.