Recién habrá definiciones en enero y febrero. Durante la semana que empieza este lunes, los fiscales que investigan la muerte de Diego Maradona seguirán acumulando elementos --estudios de las vísceras, análisis toxicológicos, apertura de celulares-- para después volcar todo en una junta médica que resolverá si hubo mala praxis y negligencia.
Esa junta médica podría convocarse recién en la segunda quincena del primer mes de 2021 o directamente en febrero. Es obvio que se requerirá del dictamen de forenses para establecer si la medicación que se le suministraba a Maradona era correcta, si la atención a sus afecciones cardíacas fue aceptable y si, en general, se hizo lo que el paciente requería o si fue abandonado a su suerte. En el cuadro entrarán también las dificultades que presentaba Maradona con su resistencia a ser revisado y atendido por médicos y enfermeras.
En la junta médica podrán designar peritos de parte los imputados --por ahora Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov--, pero también los particulares damnificados. Ya tenía ese papel Verónica Ojeda, en representación de Diego Fernando, el hijo que Ojeda tuvo con el Diez. Su pareja, Mario Baudry, es el abogado que actúa ahora en su nombre.
El viernes fueron aceptadas Dalma y Giannina, cuyo abogado será Federico Guntin. Pero también el mismo viernes, la Cámara de Apelaciones de San Isidro decidió que una hermana de Maradona, Rita Mabel, puede ser querellante. El dato es que estará representada por Matías Morla o alguien de su estudio. Como se sabe, todo el resto de la familia apunta contra Morla a quien consideran responsable de la actuación de Luque. Es más, el abogado públicamente defendió a Luque por tweet. De manera que será un querellante que estará del lado de los acusados, incluyéndose a sí mismo.