Se dice que no hay mejor defensa que un buen ataque. Y como el macrismo no tiene defensa posible ante la evidencia del funcionamiento durante cuatro años de una mesa judicial que se dedicó a manipular y destituir magistrados a piacere, armar causas, mandar a detener a dirigentes kirchneristas y empresarios y llevar el lawfare a su máxima expresión; lo que les queda frente a la denuncia concreta de los hechos que hizo pública Cristina Kirchner (una vez más) en su más reciente carta es atacar. En esta ocasión, el mecanismo elegido fue un comunicado en el que la que la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, crujiente conducción del macrismo que se unió por espanto y no por amor, afirma que la carta de la vicepresidenta es un intento de "romper" con el sistema republicano y buscar "impunidad" para sus causas.
"La carta de la vicepresidenta de la Nación, avalada por el Presidente, es un intento de cambio del sistema constitucional de división de poderes, por un sistema de reforma constitucional que rompe definitivamente el sistema republicano", señalaron las autoridades del partido opositor derrotado hace más de un año en las urnas.
Sostuvieron que Juntos por el Cambio "tendrá la firmeza institucional para impedir que este clima hostil contra el máximo tribunal se transforme en hechos concretos de ataque y cambios constitucionales". Y afirmaron que "está claro el objetivo: la búsqueda de la impunidad a través del intento de que la Justicia transforme los casos de corrupción en casos de´lawfare´, una teoría inventada que sostiene que los hechos de corrupción serían una persecución política".
También subrayaron que "las manifestaciones de la vicepresidenta tienen una gravedad institucional inusitada" porque "suponen el más grave ataque a la independencia de la Justicia ocurrido desde la recuperación democrática hasta el presente". Parece un chiste, pero el comunicado existe.
"En todas las democracias constitucionales, los jueces tienen la delicada tarea de proteger los derechos ciudadanos y de controlar que los otros poderes actúen de acuerdo a la Constitución", consideraron como si fueran magistrados suecos.
También consideraron la misiva de CFK como un "torpe intento de tratar de evadir la discusión sobre la veracidad o falsedad de los hechos que se imputan, cuestionando políticamente los procesos que se encuentran en curso".
En el comunicado, también instaron al presidente Alberto Fernández a no "tolerar ni consentir" un "menoscabo institucional de esta naturaleza".
"Le corresponde al Presidente defender las reglas básicas de nuestra República, es intolerable un ataque a la Justicia y a la Corte Suprema como el que se ha efectuado", insistieron y agregaron: "Vamos a defender con toda energía la independencia de la Justicia, con el fin de que, a través de un juicio con todas las garantías, aplique la ley a quien corresponda, sin que importe su poder o influencia política".
Firman el insólito texto el expresidente Mauricio Macri; el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta; el senador nacional Humberto Schiavoni y la presidenta del partido, Patricia Bullrich. Por la Unión Cívica Radical asistieron los diputados nacionales Alfredo Cornejo (presidente) y Mario Negri (presidente del interbloque) y los senadores Luis Naidenoff (jefe del interbloque) y Martín Lousteau.
Por último, en representación de la Coalición Cívica ARI estuvieron el presidente del partido, Maximiliano Ferraro; el presidente del bloque de diputados nacionales, Juan Manuel López, y la diputada provincial Maricel Etchecoin.