Una enfermera de Nueva York se convirtió este lunes en la primera estadounidense en ser vacunada contra la covid-19 en el arranque de una campaña a la que se aferra con esperanza el país que ya superó los 300.000 muertos por la pandemia. Sandra Lindsay, una sanitaria especializada en cuidados intensivos, recibió la vacuna frente a las cámaras en el Hospital Judío de Long Island, un gran centro situado en el barrio de Queens.
"La primera vacuna fue administrada. ¡Felicitaciones Estados Unidos! Felicidades a todo el MUNDO!", celebró poco después en Twitter el presidente saliente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump.
Poco después, el mandatario electo Joe Biden, que asumirá el cargo el 20 de enero, tuiteó: "Mantengamos la esperanza, llegan días mejores".
El inicio de la vacunación llega seis días más tarde que en Reino Unido, primer país que autorizó el inmunizante de los laboratorios Pfizer/BioNTech. La campaña en Estados Unidos empezó con el envío de 2,9 millones de dosis a más de 600 puntos de todo el país, que promedia más de 200.000 infecciones diarias.
La enfermera afroamericana Sandra Lindsay trabaja en la unidad de cuidados intensivos de un hospital del barrio neoyorquino de Queens, donde el pasado abril llegó a haber más de 3.500 pacientes enfermos de covid-19.
"Mi profesión está profundamente enraizada en la ciencia y les puedo decir que es seguro tomar la vacuna. He visto la alternativa y no quiero eso, así que los animo a todos a vacunarse, a seguir a los expertos y a no rendiros", subrayó Lindsay en una comparecencia ante la prensa.
Tras la inyección, la enfermera afirmó sonriente que se encontraba "bien" y "aliviada", con una sensación muy similar a la de cualquier otro pinchazo.
La campaña de vacunación en Estados Unidos, que debe priorizar en primer término a los trabajadores sanitarios y las residencias de ancianos, arranca en momentos en que la pandemia golpea con fuerza al país, que el lunes superó los 300.000 muertos, con más de 16 millones de casos.
El objetivo de Estados Unidos es vacunar a unos 20 millones de personas antes que termine diciembre, y a 100 millones antes de que acabe marzo.
La luz al final del túnel
"Es la luz al final del túnel, pero es un túnel largo", advirtió el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, recordando que se necesitarán "meses" antes de que una masa crítica de la población esté inmunizada.
El inmunólogo Anthony Fauci advirtió que pese a la vacunación hay que que seguir usando barbijo y respetar la distancia física durante los próximos meses.
Si "convencemos a la gente que se vacune (...) y obtenemos (inmunidad colectiva) al final de la primavera (boreal), principios del verano, entonces en otoño podemos tener un cierto grado de alivio (...) y alguna forma de normalidad ", dijo en MSNBC. Fauci seguirpa como asesor en la administración Biden.
El recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins informó de 300.267 fallecimientos, lo que sigue situando a Estados Unidos como el país con más decesos en términos absolutos, mientras que los contagios superan los 16,3 millones.
El desolador hito se alcanzó en un momento en el que se están registrando a diario cifras de muertes por la enfermedad similares a las que causaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 (2.977) o el ataque en Pearl Harbor (2.403).
Solo en los primeros cinco días de diciembre, se registró un millón de nuevos casos en el país, y en una semana de este mes, la covid-19 superó a las enfermedades cardíacas como la principal causa de muerte en EE.UU., según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Las autoridades esperan que con la vacuna de Pfizer -recién autorizada en el país- y con la próxima aprobación de otras tres desarrolladas por Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca, todos los estadounidenses que lo deseen puedan estar vacunados para finales del segundo trimestre de 2021.
Sin embargo, dada la complicada logística y la relativa escasez de dosis, la gran mayoría de los estadounidenses tendrán que esperar aún semanas o meses para recibir la vacuna.
El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que cuando el presidente Trump abandone el poder el próximo 20 de enero habrán muerto 380.000 personas, y para el 1 de abril, más de 500.000.