En 2018 el desguace de la ex Subsecretaria de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (SAFCI) fue completado con el despido de 24 trabajadores en Salta, y más de 1000 en todo el Ministerio de Agroindustria de la Nación, a cargo del terrateniente Miguel Etchevere durante el gobierno de Mauricio Macri.
Con los técnicos afuera, las comunidades criollas e indígenas salteñas quedaron totalmente desamparadas. No obstante, esos trabajadores, aún despedidos, acompañaron algunos proyectos. Uno de los ejemplos es el del veterinario Raúl Marinconz, técnico de uno de los proyectos de acceso al agua para la generación de huertas comunitarias en comunidades wichí de la ruta nacional 81, que se financian desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La esperanza de estos trabajadores y trabajadoras es ser recontratados por la nueva gestión encabezada por Alberto Fernández. Y si bien hasta ahora se logró la reincorporación de 17 trabajadores, los 7 restantes aún no tienen novedad de su situación a futuro. En realidad, la peor novedad es que para algunos funcionarios del gobierno nacional el proceso de reincorporación está finalizado, quedando gente afuera.
Frente a esas declaraciones el sector de ATE Agricultura Salta - Agrupación Verde y Blanca, decidió iniciar un estado de alerta para visibilizar la situación. El jueves se prevé realizar una asamblea para definir otras medidas de fuerza. El delegado gremial de ATE, Darío Humano, dijo a Salta/12 que entre las situaciones que impiden la regularización de los trabajadores hay internas en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, donde hay quienes “quieren incorporar a su propia gente”, sin reintegrar a los despedidos. “No podemos decir que es una cuestión de la delegación local salteña porque ellos se reúnen con nosotros, escuchan, y hacen las gestiones”, pero sin encontrar eco a nivel nacional, afirmó.
Los trabajadores ya solicitaron también una audiencia con el ministro Luis Basterra con el fin de plantear la situación sin intermediarios.
Pérdida de derechos
La lucha por la reincorporación de los trabajadores se inició en el mismo momento que fueron despedidos. El proceso “fue bastante amargo porque se extendió mucho”, contó Humano. Además, con la recontratación “se reconoce únicamente la antigüedad. Muchos perdieron categoría y a muchos no se les reconoció aún la zona”, añadió.
Además de la falta de reincorporación de sus compañeros, el otro tema que preocupa a los trabajadores es que el desguace macrista sigue sin revertirse. “Estamos sin viáticos, sin vehículos, y parchando para poder viajar al campo”, con algunas instituciones que les “prestan” sus transportes. Pese a todo, “han salido proyectos que están en vías de financiamiento y fueron realizados por quienes fueron despedidos y despedidas. Siguen trabajando y aun así siguen afuera”, agregó. En medio de la pandemia y pese a las limitaciones “pusimos mucha voluntad al trabajo para llevar recursos al sector. Pero en algún momento tenemos que decir basta, más cuando vemos que se corta un proceso para reincorporar a los compañeros”.