Graciela Beatriz Sánchez, de 30 años, fue atacada a cuchillazos en el barrio Tomás Sánchez de la ciudad de Tartagal, en la madrugada del domingo 13 de diciembre. El agresor, identificado como Miguel Ángel Chavez, de 31 años, fue detenido poco después y ayer fue imputado formalmente.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, el crimen se cometió en la vía pública. Los investigadores pudieron determinar, sobre todo a través de los videos de las cámaras de seguridad, que Chávez ingresó al barrio Tomas Sánchez junto con Graciela Sánchez. Luego de unos minutos las cámaras lo registraron cuando salía hacia el barrio Los Payos, donde se cambió la ropa, aunque ahí mismo fue detenido.
En la casa de Chávez los investigadores encontraron la ropa que llevaba al momento del hecho. De acuerdo al testimonio de su madre, éste vivía en pareja con la víctima.
La mujer recibió cuchilladas en una axila y una pierna. Todavía no se realizó la autopsia, que se hará en Orán, una vez que se conozcan los resultados del hisopado por la covid-19 que se practica por protocolo sanitario.
Ayer el fiscal de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Pablo Cabot, imputó a Chávez por homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género, en perjuicio de Gabriela Sánchez. La diligencia se hizo de manera virtual y el hombre se abstuvo de declarar.
Con esta muerte, el total de femicidios y femicidios vinculados cometidos en lo que va del año en la provincia llega a 12 personas. Las otras víctimas son Analía Astorga, Paola del Milagro Ávila, Claudia Roxana Padilla, María Leonor Gine, Rosa Sulca, Alicia Mamaní, Elvira Sabán, Fabiana Arismendi, Milagro Melina Flores y María Liz Elizabeth Flores. Hubo un femicidio vinculado en General Mosconi.
"Me la mataron"
La madre, otros familiares, conocidos y militantes del Partido Obrero, realizaron ayer una marcha en la zona sudeste de la ciudad de Salta en reclamo del esclarecimiento de la muerte de Celeste Lois, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en un descampado del barrio Solidaridad el pasado 15 de noviembre.
"Vamos a hacer todas las marchas necesarias. Alguien va a tener que decir qué le hace falta a esta señora para que deje de hacer marchas", anunció su madre, Gladis Cusi, quien tiene la certeza de que su hija fue asesinada. "Me la mataron. Es así, eso es lo que creo. No se va a ir a un lugar como ese campito, se va a ir a quedarse acurrucada ahí, no. En todo caso se hubiera ido a mi casa" porque siempre que le pasaba algo iba a su casa, aseguró.
La Justicia hasta ahora no ha podido determinar que el cuerpo de la joven tuviera rastros de violencia, pero la tarea investigativa se complicó por el avanzado estado de descomposición en que se encontraba, por lo que se dispuso hacer otros estudios. Cusi dijo que esta semana la Fiscalía la recibirá en audiencia para informarle el resultado de los últimos análisis y sobre la marcha de la investigación.
Celeste tenía 19 años y estaba desaparecida desde el 11 de noviembre. Era, en palabras de su madre, "una hermosa nena". Proveniente de una familia humilde, hizo la primaria en el Hogar Escuela, pero no terminó este nivel. Entonces comenzó a acompañar a su madre en la venta de plantas.
Y, más tarde, cayó en el consumo de drogas. "Estaba separada de mi marido, con cuatro chicos, de mí dependían si comían o no, entonces mi preocupación era buscar el pan de cada día", contó su madre para explicar como fue ese proceso que terminó con Celeste consumiendo pasta base. Por esta adicción Cusi sospecha más de un homicidio, que pueda estar vinculado a este consumo y a quienes venden drogas en el barrio, donde se sufre esta problemática.