La falsificación y adulteración de medicamentos es un problema mundial que se intensificó con el correr de los años, constituyendo un gravísimo daño sanitario a los pacientes afectados por estos productos pero también a la sociedad. Muchos de los medicamentos adulterados corresponden a tratamientos para personas con enfermedades oncológicas, trasplantados e inmunodeprimidos; condición que los hace especialmente vulnerables.

Santa Fe cuenta con una importante batería legislativa que regula la trazabilidad de las especialidades medicinales asegurando la cadena de comercialización y venta en lugares legalmente habilitados. La provincia adhiere a la Ley Nacional de medicamentos pero también cuenta con normativas propias que regulan la producción y cadena de comercialización de tales productos a través de la Ley de Sanidad provincial. Además, la dirección de Bioquímica, Farmacia y Laboratorio Central es el organismo de fiscalización y control del ejercicio profesional farmacéutico y de los establecimientos habilitados para la comercialización de especialidades medicinales: laboratorios, droguerías y farmacias pero de ninguna manera kioscos o comercios no habilitados para ese fin específico.

El año pasado presenté un proyecto de ley que tiene como objetivo prevenir la circulación de medicamentos ilegítimos en todo el territorio que retomaba una resolución que había hecho cuando era ministro de Salud: prohibir la venta de medicamentos entre droguerías. La legislatura adhirió a dicha resolución pero transformarla en ley haría más eficiente su cumplimiento y difícil su reemplazo por otra normativa.

La iniciativa indica que las droguerías solo podrán entregar especialidades medicinales a farmacias o establecimientos asistenciales, públicos o privados, quedando prohibida la venta directa a los usuarios. Y queda prohibida la compra‑venta de especialidades medicinales entre droguerías.

En el marco de la conmemoración por el día internacional de la salud, insto a la ciudadanía a no adquirir medicamentos en comercios no autorizados específicamente para tal fin ya que solo pueden ser expedidos por un profesional de la farmacia lo cual asegura, a los consumidores, su trazabilidad, es decir, que estén debidamente conservados a través de una correcta cadena de producción y comercialización.

*Senador socialista por el departamento Rosario