La canciller alemana Angela Merkel advirtió hoy que enero y febrero serán meses de muy duros por el coronavirus en el país, en momentos en que registra un aumento sostenido de los contagios y cifras récord de decesos. Merkel anticipó que espera una vuelta a la normalidad recién para octubre de 2021.

"Si tenemos éxito con la vacuna, tendremos una esperanza bastante grande de que para el semestre del otoño la situación se normalice, pero el invierno será difícil", dijo la canciller, poco después de que el ministro de Salud, Jens Spahn, señalara que la Unión Europea podría autorizar la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio estadounidense Pfizer y el alemán BioNTech el próximo 23 de diciembre. Alemania tiene casi 1,4 millones de contagiados y 23 mil muertos por la enfermedad.

En las últimas 24 horas se reportaron 14.432 casos nuevos y 500 muertos, frente a los 16.362 contagios y los 188 decesos de la jornada anterior, informó el Instituto Robert Koch (RKI), la agencia gubernamental encargada del control de las enfermedades infecciosas, y advirtió que la situación de la pandemia en Alemania es "más grave que nunca", incluso desde el inicio de la misma.

En este contexto, Merkel lamentó la falta de disciplina que están teniendo algunos ciudadanos alemanes en relación con las medidas para evitar la propagación del coronavirus, un comportamiento que ha definido como "devastador" y destacó que "algunas personas se confían por el hecho de que el virus suponga principalmente una amenaza para las personas de más edad".

En una reunión virtual con estudiantes, manifestó su perspectiva de un regreso a la vida normal para dentro de diez meses y alertó:  "Las segundas olas de las pandemias son, a menudo, las más peligrosas".

El confinamiento parcial decretado por las autoridades alemanas a principios de noviembre, que supuso el cierre de bares, restaurantes y locales de ocio mientras seguían abiertos los colegios y las guarderías, no consiguió frenar el aumento de contagios en el país. Ante el avance de la pandemia planteó un bloqueo más estricto, que se prolongará desde este miércoles hasta el 10 de enero como mínimo. El nuevo cierre incluye importantes restricciones también para las escuelas y guarderías.

El mensaje de Merkel llega un día después de que el ministro de Economía, Peter Altmaier, afirmara que está "relativamente seguro" de que el país no se verá alcanzado por una recesión como consecuencia del segundo confinamiento por la pandemia.

"Estoy relativamente seguro de que no experimentaremos una recesión como la que sucedió en primavera", aseguró Altmaier y precisó que el PBI de la primera potencia europea se redujo un 9,8 por ciento en el segundo trimestre de 2020 como consecuencia de la primera ola, pero volvió a crecer, con un aumento récord del 8,5 por ciento en el siguiente trimestre.

A pesar del mensaje optimista de Altmaier, una encuesta realizada por la Fundación Hans Boeckler reveló que cerca del 40 por ciento de los alemanes creen que la Covid-19 ha tenido un impacto negativo en sus finanzas, una cifra superior respecto al sondeo de junio, cuando el porcentaje de alemanes que tenían esa percepción se situaba en el 32 por ciento.