El Gobierno avanzó en la reglamentación de la Ley de Góndolas, tras haber sido sancionada por el Congreso en febrero pasado. Permitirá una mayor variedad de productos en cadenas de supermercados, mayoristas y autoservicios al posibilitar la presencia de pymes, cooperativas y emprendimientos de la agricultura familiar. El objetivo del oficialismo es favorecer la competencia, a través de mayor oferta de bienes.

"Una parte de los problemas vinculados al tema precios tiene que ver con los niveles de competencia y, en ese sentido, nos parece que es algo sano que se pueda ampliar, que haya en las góndolas una oferta mayor a la que hoy existe", afirmó Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, en declaraciones radiales. La inflación de alimentos trepó en lo que va del año al 36,1 por ciento, superior al índice general, según el último dato publicado por el Indec.

La reglamentación fue establecida en el decreto 991, publicado este martes en el Boletín Oficial, donde queda asentado que la autoridad de aplicación será la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Paula Español, que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo. Elaborará un listado con la totalidad de los productos alcanzados por la ley, agrupados por categorías, según los diversos formatos de espacios de ventas.

La Ley de Góndolas establece un máximo del 30 por ciento del espacio de venta para una categoría de producto por proveedor; exige que haya al menos cinco proveedores de distintos grupos empresarios por cada producto; que las pymes cuenten con al menos un 25 por ciento del espacio de venta por cada categoría de producto, y que las cooperativas, mutuales, empresas de la agricultura familiar y economía popular tengan al menos un 5 por ciento de espacio. Además, el 50 por ciento de los exhibidores contiguos a las cajas registradoras deberán tener bienes elaborados por pymes.

Otro punto sustancial es que los artículos con precios más bajos deberán estar en el medio de la góndola. Los supermercados ya no podrán disponer de los mejores espacios en los estantes para establecer acuerdos comerciales con las industrias proveedoras, sino que la distribución de productos tendrá que priorizar el interés de los consumidores.

La ley regula la oferta de alimentos, bebidas, productos de higiene personal y limpieza, tanto en góndolas físicas como virtuales, de las cadenas de supermercados de todo el país, mayoristas y autoservicios. Quedan excluidos los comercios con facturación pyme. También se establecerá la promoción de un compre “mipyme”, que deberá estar señalizado en las góndolas, para productos nacionales. En el caso de productos importados, la Secretaría de Comercio podrá fijar un porcentaje máximo de espacio de venta.

Paula Español explicó los objetivos de la norma: “La implementación de esta ley busca diversificar la oferta de bienes y asegurar su distribución equitativa en el espacio de góndolas, garantizando el ingreso de pequeños productores a las grandes cadenas de comercialización”. Además, a través de su cuenta de twitter, agregó: “Esta política busca proteger a los consumidores, mejorando las relaciones de intercambio de las que participan, evitando abusos y distorsiones y favoreciendo la competencia”.

También habrá cambios en los plazos de pago. La ley otorga un máximo de 60 días para el pago de los supermercados a las pymes y de 40 días para los emprendimientos de agricultura familiar y cooperativas. 

Opiniones

Las empresas tendrán 90 días corridos desde este martes para implementar el efectivo cumplimiento de las disposiciones reglamentarias. La medida generó opiniones a favor de las pymes y las asociaciones de consumidores, y en contra del lado de las alimenticias.

"Hará posible la competencia y frenará los aumentos abusivos de precios, especialmente de los productos de la canasta de alimentos", afirmó Héctor Polino, titular de Consumidores Libres. Por su parte, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes (IPA), afirmó: “Será una oportunidad para que los productos de pequeñas y medianas firmas lleguen a las góndolas y sean competitivos en calidad y precio. Esto conlleva a que haya más competitividad en las góndolas de los supermercados, para nosotros es una ley muy importante”.

Por su parte, Daniel Funes de Rioja, presidente de la cámara que agrupa a las alimenticias (Copal), criticó que “no es con una ley de góndolas, controles o precios congelados como se logra un mercado transparente y competitivo, sino con un ambiente económico estable donde no haya inflación”. El empresario de la UIA agregó: "Este año con precios congelados desde marzo, con sólo dos pequeños ajustes que no compensaron las alzas en los costos, igual la inflación subió".

En tanto, Damián Di Pace, de la consultora Focus Market, planteó como interrogante el funcionamiento de la ley: "Las dudas están puestas en si realmente se pueden controlar tanta cantidad de productos, presentaciones y marcas, si en la pospandemia las pymes pueden producir en volumen sin financiamiento y sin mejora en las condiciones tributarias y laborales".