Dolores Etchevehere presentó una medida cautelar en el juzgado donde tramita el juicio sucesorio, con el objetivo de solicitar igualdad de condiciones con respecto a sus hermanos varones Sebastián, Juan Diego y Luis Miguel Etchevehere: uso y goce de un inmueble de la sucesión en la ciudad de Paraná, y un ingreso en su calidad de socia-heredera. Dolores argumenta que sus hermanos varones viven en inmuebles y cobran dinero de las empresas de la sucesión mientras ella carece de medios de subsistencia.
“¿De qué viven mis hermanos desde la muerte de mi padre? De la herencia de mi padre, de las sociedades, de las rentas de bienes, de la venta de la hacienda, de retiros en negro de las SA, de la venta en negro de miles de cabeza de ganado etc? ¿Por qué soy la única que me he visto en complicaciones económicas desde el día uno? Respuesta fácil. Porque me excluyeron de todo tipo de administración y contacto con los bienes del sucesorio”, especificó Dolores Etchevehere en la presentación judicial dirigida al Dr. Martin Furman, juez a cargo del Juzgado Civil y Comercial Nº 7 de Entre Ríos .
El pedido fue respaldado con un dictamen de la Unidad Fiscal especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). En un dictamen elaborado luego de escuchar la declaración testimonial de Dolores Etchevehere, desarrolló argumentos jurídicos con perspectiva de género que sitúan su caso en la órbita de la violencia económica y patrimonial y enfatiza en las obligaciones del Estado Argentino en la investigación en casos de violencia de género de acuerdo a los estándares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Dolores, al decidir posicionarse como sujeto político, ha desafiado el orden y las relaciones de poder en las cuales se sustentaban los vínculos familiares. Frente a las mujeres que no obedecen y se rebelan, el patriarcado opera también justificando las respuestas violentas que pueden aparecer para restablecer las jerarquías preestablecidas y los roles que se perciben como alterados” argumenta la UFEM y agrega algunas situaciones puntuales de los micro y macro machismos que sufrió Dolores desde que falleció su padre. " Logró contar –no sin una gran angustia– cómo su hermano Luis Miguel cuando se la cruzaba en Paraná le profería todo tipo de insultos, como “negra de mierda” o “chancha”, agrega el escrito.
De acuerdo al escrito, el funcionamiento de la familia Etchevehere estaba basado en este tipo de creencias y estereotipos que se transmitieron de generación en generación y están fundados en un “orden desigual entre los géneros”, donde la “violencia psicológica y económica operan como estrategias de disciplinamiento”.
Dolores investigó, denunció y peleó por sus derechos durante once años sin obtener resultados en la Justicia, una institución marcada profundamente por prácticas patriarcales. Con su nuevo equipo jurídico, integrado por Juan Grabois, también presentó una denuncia por violencia económica y extorsión en la Justicia Federal.
El fiscal a cargo, Federico Delgado, luego de escuchar el relato de Dolores por más de tres horas, pidió la intervención de la UFEM creada en 2015 “a fin de seleccionar y desplegar estrategias de investigación sobre los fenómenos criminales atravesados por las diferentes clases de violencia contra las mujeres”. De esta manera, la disputa jurídica de Dolores Etchevehere -que contiene múltiples causas en el fuero civil y penal- puede tener una perspectiva de género.
La UFEM realizó un informe preliminar, luego de escuchar la declaración testimonial de Dolores, en la que aborda puntos claves para entender con perspectivas de género los sucesos que Dolores denuncia. Se espera que este informe sirva como guía a los magistrados para ayudarlos a tomar sus decisiones con una perspectiva de género.