El gobierno de Estados Unidos acusó ayer a Rusia de encubrir el ataque químico perpetrado en Siria hace una semana, según un informe desclasificado. Sin embargo, Moscú aseguró que la agresión estuvo en manos de la oposición siria, para justificar el bombardeo norteamericano.  

En el informe de cuatro páginas que detalla la inteligencia que hizo Estados Unidos sobre el ataque con armas químicas y que contiene una refutación punto a punto de los reclamos de Moscú, la Casa Blanca afirmó que los gobiernos sirio y ruso habían tratado de confundir a la comunidad mundial sobre el ataque mediante la desinformación y “narraciones falsas”. El documento pide además la condena internacional del uso de armas químicas y critica duramente a Rusia por “blindar” a un aliado que utilizó armas de destrucción masiva.

“Rusia es una isla en esto”, dijo Sean Spicer, el secretario de prensa de la Casa Blanca y consideró que había poca discusión sobre la responsabilidad de Siria por el ataque, excepto por Moscú y los “estados fallidos” de Corea del Norte e Irán. “Esto no es exactamente un cóctel de gente feliz con la que quieres estar asociado”, dijo. Además, hizo una controvertida declaración al comparar el accionar de Adolf Hitler con el del presidente sirio al Assad y decir que “ni siquiera alguien tan despreciable como Hitler cayó tan bajo de emplear armas químicas”. 

“El (Hitler) no usó el gas contra su propio pueblo de la misma forma que lo hace Assad. El lo llevó a los centros del Holocausto, eso lo tengo claro. Pero lo que quiero decir es la forma en que lo usó Assad, entrando en las ciudades y tirándolo sobre el centro de las ciudades”, explicó Spicer.

Por otro lado, un funcionario del gobierno estadounidense que solicitó el anonimato preguntó: “¿Cómo es posible que sus fuerzas (las rusas) estuvieran acuarteladas junto con las fuerzas sirias que planearon, prepararon y realizaron este ataque con arma química en la misma instalación, y no tuvieran conocimiento previo?”. “Pensamos que es una buena pregunta que se le debe formular a los rusos”, añadió. Al igual que el informe, la fuente dijo que las autoridades de Moscú iniciaron una campaña de desinformación diseñada para confundir al mundo, atribuyendo la responsabilidad por el ataque al grupo radical Estado Islámico (EI) o a las otras fuerzas que enfrentan al gobierno de Bashar al Assad.

El informe y las declaraciones se conocieron un día antes del primer encuentro oficial entre el gobierno de Rusia y el de Donald Trump. El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a la oposición siria (aliada de Washington) de orquestar el presunto ataque químico para justificar un bombardeo norteamericano, al mismo tiempo que el jefe de la diplomacia estadounidense le pidió a Moscú que elija: ellos o Bashar al Assad. El enviado de Trump para este encuentro clave fue el secretario de Estado Rex Tillerson, quien llegó a Rusia ayer a la tarde y se reunirá hoy con su par ruso, Serguei Lavrov. Aún no está claro si, en medio de este momento de gran tensión bilateral, el funcionario estadounidense también se verá cara a cara con el presidente Putin. 

Mientras Tillerson se reunía en un pueblo italiano con sus socios del G7 y consensuaba una posición conjunta sobre la guerra en Siria y la posición de Rusia al lado del gobierno de Al Assad, el Kremlin dejó en claro que la jornada de reunión será tensa. “Es evidente que las relaciones ruso-estadounidenses están pasando por su momento más difícil desde el final de la Guerra Fría”, advirtió la Cancillería rusa en un comunicado. En el mismo texto, el gobierno ruso advirtió que podría tomar represalias por el ataque estadounidense contra la base militar siria y adelantó que  probarán si Washington está interesado en un acercamiento o no. “En las negociaciones inminentes queremos entender sobre todo hasta qué punto Estados Unidos ve la necesidad de estabilización y normalización de las relaciones”, anunció la Cancillería. 

Además, el propio Putin habló con la prensa y acusó a la oposición armada de Siria de haber creado la imagen de un ataque químico para justificar el primer bombardeo estadounidense directamente dirigido contra el Ejército sirio. “Tenemos información de que una provocación similar está siendo preparada en otras partes de Siria, incluyendo los suburbios del sur de Damasco, donde están planeando plantar de nuevo una substancia y acusar a las autoridades de Siria de usar armas químicas”, afirmó Putin, sin mostrar ninguna evidencia concreta.

Ningún Estado u organismo internacional verificó el ataque químico, aunque la Organización Mundial de la Salud sí confirmó que más de 80 personas fallecieron en el bombardeo y cientos resultaron heridas. Putin pronosticó que los supuestos futuros ataques que denunció serán utilizados para justificar una campaña militar aérea de Washington contra el ejército sirio. “Me recuerda a los eventos en 2003 cuando enviados de Estados Unidos al Consejo de Seguridad (de la ONU) demostraban lo que afirmaban que eran armas químicas encontradas en Irak. Ya vimos esta historia”, agregó, desafiante.

Al mismo tiempo, Tillerson no dudó en condenar a Moscú y echar más combustible a su primera visita oficial al Kremlin. “No está claro si Rusia falló a propósito en sus obligaciones o si fue incompetente. Pero esa distinción no importa mucho a los muertos. No podemos permitir que esto ocurra de nuevo”, sentenció el ex CEO petrolero. Tillerson coincidió con el resto de los países del G7 en que la solución final para el conflicto sirio no será militar, sino negociada en un diálogo de paz.