En junio de 2019, tres jóvenes agredieron en el centro al rabino Shlomo Tawil, en un acto propio de odio religioso en el que además le causaron lesiones leves. Un año y medio después, la Justicia estableció una probation de un año para los imputados, tiempo en el que deberán realizar tareas comunitarias de carácter humanitario y asistencia en el Hospital SamCo de San Jorge; hacer un seminario de capacitación y concientización sobre "Holocausto y los Derechos Humanos", de cuatro módulos; y abonar 20 mil pesos cada uno, suma depositada en cuenta judicial a disposición de la Oficina de Gestión Judicial en carácter de fianza y a modo de reparación de los daños y perjuicios ocasionados. El dinero deberá ser puesto a disposición del Ministerio Público de la Acusación, para la adquisición de los insumos necesarios para los test de Covid-19, a ser entregados en carácter de donación y/o concesión a la Secretaría de Salud.

La suspensión de juicio a prueba recayó sobre Lucas Jeremías B., Rubén Darío P. y Agustín B., tras el ataque antisemita en el que cometieron los delitos de lesiones leves dolosas calificadas por haber mediado odio religioso. Para llegar a esa decisión judicial, los fiscales Rodrigo Santana y César Cabrera, contaron con la conformidad de la víctima, de los imputados y de sus defensas. El Juez Pablo Pinto resolvió hacer lugar a la probation.

El domingo 9 de junio de 2019, a las 19.50 aproximadamente, en Corrientes y 3 de Febrero los acusados persiguieron a Tawil "durante una cuadra, insultándolo y burlándose de su religión, en momentos en que le quitan su sombrero que acredita su investidura como rabino, y haberlo agredido empujándolo y golpeándolo con sus puños causándole lesiones y la ruptura de sus anteojos; una vez que se encontraba en el piso haberlo pateado provocándole un traumatismo facial con laceración corneoconjuntival en ojo derecho y traumatismo en miembros inferiores", expresa la acusación.

Como indicó este diario por esos días, Tawil, director de Beit Jabad Rosario desde febrero de 1987 --quien se dirigía a su domicilio cuando ocurrió el ataque--, nació en Buenos Aires en el seno de una de las familias pioneras de Jabad en el país, uno de los movimientos judaicos de mayor expansión en el mundo. Es emisario del Rebe de Lubavitch en la ciudad de Rosario hace 32 años.