La tercera reunión del plenario de comisiones del Senado, que trata el proyecto para regular y despenalizar el aborto tuvo su momento culminante cuando la médica ginecóloga Cecilia Ousset, que se presento como católica y objetora de conciencia, sostuvo llorando su mea culpa por haber ejercido violencia obstétrica sobre sus pacientes. Ousset fue la ginecóloga que garantizó la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) de Lucía, la niña tucumana de 11 años violada y embarazada por la pareja de su abuela. Además de contar su experiencia personal como profesional, reclamó por la legalización del aborto y leyó con emoción una carta de Lucía hacia los senadores. Del lado celeste se generaron algunas declaraciones virulentas que cambiaron el tono respetuoso que se mantuvo hasta el martes.
En el plenario de las comisiones de la Banca de la Mujer, Salud y Justicia y Asuntos Penales expusieron otros veinticuatro especialistas de distintas áreas del ámbito de la salud, entre los que se destacaron la licenciada Sonia Tarragona, subsecretaria de medicamentos e información estratégica del Ministerio de Salud de la Nación, Analía Messina, médica tocoginecóloga y jefa del servicio de Obstetricia del Hospital Alvarez, y el ex secretario nacional de Salud, Adolfo Rubinstein, identificado con el macrismo y quien defendió el proyecto IVE. También expusieron dos invitadas internacionales: Noelia Vera, secretaria de Estado de Igualdad de España, y la médica uruguaya María Lourdes González Bernardi, docente de bioética en la Universidad Católica del Uruguay. Este jueves seguirán las exposiciones a partir de las 9.30 de la mañana y se espera que haya dictamen a última hora de la tarde. Desde las cuatro de la tarde, la Campaña por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito convoca a esperar las novedades en las inmediaciones del Congreso.
Uno de los puntos más debatidos durante el plenario de este miércoles fue la incidencia de la Ley IVE sobre la mortalidad por complicaciones relacionadas al embarazo: mientras los expositores antiderechos dejaron en claro que según su postura no se reducirían las tasas en caso de que el aborto dejase de practicarse de manera insegura, profesionales de la salud que trabajan en la atención de personas que solicitan la interrupción del embarazo opinaron lo contrario. “Por cada mujer fallecida a causa de un aborto inseguro, existe una proporción mucho mayor de mujeres que padecen complicaciones que ponen en riesgo su vida”, señaló Messina, a lo que Mariana Romero, médica epidemióloga e investigadora del CONICET, agregó: “las muertes por abortos inseguros son todas evitables y sabemos que la legalización contribuye en este sentido”.
Por su parte, Bernardi sostuvo que en Uruguay "en los 4 años previos a la legalización del aborto en el país teníamos mortalidad materna por aborto provocado de cero". La médica uruguaya fue contundente en su relato sobre lo que, según su punto de vista, ocurrió en el país vecino: “el número de abortos aumenta, la mortalidad materna no disminuye, la clandestinidad no se elimina, la objeción no se respeta y el aborto es considerado una emergencia sanitaria”.
“Los abortos que hacemos en el hospital son los que antes se hacían de forma clandestina”, replicó Stella Manzano, médica especialista en ginecología del Hospital Zonal de Trelew, integrante de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir. Cuando llegó el turno de las intervenciones, el senador Jorge Taiana sostuvo que al aplicarse “el fallo FAL, lo que normalmente tiene que significar un aumento de las causas de interrupción legal del embarazo que se contemplan desde 1921 en Argentina y que la Corte ha actualizado”.
Desde España -donde el aborto es legal “por libre voluntad de la gestante” desde el 2010-, Noelia Vera quien explicó que, según datos del Ministerio de Sanidad, “en 2010 abortaron poco más de 113 mil mujeres, mientras que en 2018 lo hicieron cerca de 95 mil”. “Legalizar el aborto sirve para evitar abortar”, señaló la funcionaria española y aclaró que “las mujeres no han utilizado el aborto como método anticonceptivo, sino que la mayoría se ha encontrado con esta situación una única vez”.
Para desentramar otro de los mitos sobre la Ley IVE, sobre cuánto le costará al sistema de salud pública esta norma en caso de convertirse en Ley, durante su exposición la funcionaria Sonia Tarragona, que actualmente integra el Ministerio nacional de Salud, mostró un informe, publicado en 2019 y actualizado este año, que comprueba que “el 75% de las interrupciones del embarazo tiene contacto actualmente con el sistema público de salud, aunque el aborto se haya producido por fuera del mismo”. En este sentido afirmó que el costo actual de los abortos inseguros o extra sistema -es decir, las prácticas asociadas a los mismos, como pueden ser las hemorragias o los daños internos que se producen- llegan a costar anualmente 51.900 millones de pesos, suponiendo un total de cerca de 457 mil abortos al año. “La diferencia es indiscutible. Hoy estamos gastando mucho más por no hacer los abortos en el sistema legal”, afirmó Tarragona y remarcó que “es falaz creer que nos va a costar más caro como sistema de salud”.
La jornada de exposiciones de la tarde inició con la intervención de Cecilia Ousset, médica que fue denunciada por "homicido calificado" tras garantizar la ILE de Lucía, la niña tucumana que a los 11 años, luego de ser víctima de violación, sufrió violencia y presión para obligarla a parir.
Ousset trajo al debate un mensaje que le transmitió la propia Lucía: "Doctora, decile a los senadores que ninguna menor de edad tiene que pasar por lo que yo pasé", comenzó el mensaje, y continuó: "Me dicen asesina porque dicen que mi provincia es provida. Deciles que cuando dicen que el aborto no es legal, los médicos se confunden y creen que ningun aborto es legal y se enojan con nosotras aunque seamos menores". "Tienen que obligar a los médicos a ayudarnos y que no tienen que tardar ni un solo día. Bah, ¡qué día! ¡ni un solo segundo!", concluyó el mensaje.
Entre lágrimas, la médica que se presentó como "católica, madre de cuatro hijos y objetora de conciencia que intenta conciliar su religión con la salud pública", se disculpó en su intervención por haber ejercido en el pasado "violencia obstétrica sobre mujeres que tenían la mala suerte de estar conmigo en la guardia. Sé que no tengo perdón, pero no puedo volver el tiempo atrás, por eso estoy hoy con ustedes".
"Lo hemos vivido en la conquista de América y el exterminio de las poblaciones originarias, el secuestro y esclavitud de las personas africanas, y en los programas de exterminio de las personas con discapacidad de la Alemania nazi", sostuvo con virulencia la médica genetista Graciela Moya, una de las primeras oradoras celestes de la tarde del martes. Ante el cruce de la senadora del Frente de Todos Beatriz Mirkin, quien le advirtió sobre lo violento de la comparación, Moya fue aún más allá y detalló que se refería "al programa de exterminio Aktion T4, un programa de la Alemania nazi que eliminaba de forma deliberada a las personas con discapacidad".
"Estamos hablando de aborto en la clandestinidad o aborto en el marco de un Estado que asiste, nadie promueve la muerte", señaló entonces el senador Alfredo Luenzo, quien agregó que "considerar que estamos legislando bajo un régimen nazi, que esa es la idea de la legislación que estamos pretendiendo, que se nos califique de asesinos, que lo que estamos proponiendo es matar niños, es un exabrupto que no podemos permitirnos en el marco parlamentario".
Además, Luenzo alertó sobre el trasfondo patriarcal de aquellas exposiciones que durante toda la jornada se centraron en negar la capacidad de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo: "una de las improntas más fuertes de este debate es la visión machista que tenemos alrededor de lo que tiene que hacer la mujer con su cuerpo", aseguró frente a los expositores que sostenían que la ley "obligaría" a abortar a las mujeres, y añadió que el proyecto busca "justamente lo contrario: que la mujer decida".
Unas horas antes el pastor evangélico Gabriel Flores Ciani, quien se presentó como médico psicoterapeuta y especialista en neurociencia, había dicho que "biológicamente, la genética de la mamá está preparada para ser una persona gestante", por lo que su cerebro "está preparado para la maternidad", ya que "cuando el cigoto se forma envía señales al cerebro produciéndose un entrelazamiento entre la madre y el embrión". Por último, el pastor se atrevió a afirmar que una mujer adolescente "no está preparada para tomar una decisión de la magnitud de abortar" porque "no hay cerebro en la púber, en la adolescente".
Este jueves se desarrollará la última jornada del plenario de comisiones del Senado. Durante la mañana, de 9 30 a 13 horas, intervendrán expositores a favor y en contra, bajo la misma modalidad empleada hasta el momento. Por la tarde, con las exposiciones ya finalizadas, será el turno de que debatan los senadores y senadoras que buscarán dar dictamen al proyecto de cara al tratamiento en el recinto, que el oficialismo espera poder llevar a cabo el próximo 29 de diciembre.
En este sentido, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito convocó a esperar el dictamen definitivo desde las 16 horas del jueves "en el Congreso y en todas las plazas del país", en el marco de una acción de carácter federal.
Informe: Lorena Bermejo y Santiago Brunetto