Con el estilo de juego que más le gusta a su DT, Racing venció 1 a 0 a Boca este miércoles por la noche en Avellaneda por el partido de ida de la serie de cuartos de final de Copa Libertadores, que tendrá revancha el miércoles próximo en la Bombonera para definir al rival en semifinales de Santos de Brasil, ya clasificado tras golear 4 a 1 a Gremio (5 a 2 en el global).
En el Presidente Perón ambos cumplieron con lo prometido. El elenco local retomó el protagonismo que más le gusta a Sebastián Beccacece luego de adoptar una postura ultra defensiva en la serie ante Flamengo, mientras que Boca jugó a lo que mejor sabe, o le sale, con orden táctico y, una vez que se encuentra con la posesión, aceleración y rápida ejecución. Esa fórmula le resultó a los de Miguel Angel Russo más que nada al cierre de la primera parte, con buenas individualidades de Sebastián Villa por la banda izquierda, pero con poca compañía de Salvio -de flojo partido- y de Cardona y Tevez, que sufrieron la falta de contacto con la pelota.
Racing pareció estar momentos inmerso en un bucle temporal, donde una y otra vez se repetía la misma jugada. Miranda y Rojas tocaban hacia atrás y, desde allí, Domínguez o Sigali -de excelente rendimiento- abrían con alguno de los extremos. O viceversa, los centrales tocaban con los mediocampistas, quienes procedían a buscar al uruguayo Domínguez o Mena. Sea cual sea el origen de la maniobra, el final era el mismo: tirar el centro. Es que su objetivo pasaba más por los efectos que provocaba en Boca: obligar al retroceso de Villa y Salvio, y el quedo de Fabra.
La prolijidad casi dogmática que había esgrimido Racing hasta entonces le rindió frutos a los 60 minutos, con una muy buena circulación de pelota de lado a lado que fue arreando a Boca contra su área y terminó con un calculado centro de Mena y cabezazo de un Lorenzo Melgarejo sin marca, aprovechando la confusión defensiva xeneize ante las numerosas presencias rivales en el área. El guaraní, más allá del gol, fue una complicación constante para la defensa de Boca ubicado como extremo derecho.
Así, la línea de cinco defensores volvía a darle la razón al DT, con la participación en la jugada del gol de los dos laterales e incluso de Alexis Soto (el tercer central), quien hasta allí había tenido una noche para el olvido. El zurdo, muy impreciso, fue el principal generador de peligro contra Racing con sus salidas desde el fondo.
A la salida de mitad de cancha, tras dos pases, Boca ya había tirado la pelota afuera: el equipo de Russo había acusado el golpe. El entrenador ya tenía dispuesto el ingreso de Franco Soldano en lugar de Cardona y no modificó sus planes a pesar del gol. El nueve tuvo su oportunidad luego de un rebote que tomó de frente al arco y dentro del área, pero su intento -de ejecución incómoda, vale aclarar- se fue por arriba.
Pero en lugar de apretar el acelerador, Racing pareció conformarse con la ventaja mínima para ir a La Boca la semana que viene. Se dedicó a contrarrestar los poco creativos embates xeneizes y apostar a alguna contra o pelota parada.
Lo que quedaba por ver en Avellaneda era algunos choques e insultos que sólo sirvieron para calentar una serie que llegará bien cocida a la Bombonera.